La palabra tsav significa “mandamiento”. El Zóhar dice muy claramente que “mandamiento” es idolatría. ¿Pero qué es lo que hacemos en un templo sino seguir los mandamientos? ¿Deberíamos considerar nuestra presencia en este templo, ordenada por Dios, como condicional e idólatra? La idolatría solo tiene una definición: es la realidad del caos, dictado, gobernado y dominado por el Lado Negativo.
"Cambio requiere un sistema de apoyo constante.."
Dondequiera que vayamos, hay caos. No podemos escapar de esta conciencia del dominio del caos en nuestro mundo humano. Sin embargo, aquí estamos intentando reestructurar nuestra conciencia, deshacer milenios de pensamiento, cambiar. Este cambio requiere un sistema de apoyo constante; no es suficiente con solamente pensar que esta realidad física de caos es ilusoria. Necesitamos un sistema de apoyo, y por ello venimos aquí cada Shabat. Es imposible cambiar nuestra conciencia sin este apoyo.
El mundo continúa con este concepto fabricado de qué es Dios: “Porque esto es lo que Dios quiere”. No obstante, hemos encontrado y aprendido que, según los principios de la Kabbalah, que tienen origen en el Zóhar, Dios nunca manda. Dios solo nos abastece con la metodología, la tecnología, por medio de la cual podemos evitar las trampas del caos. Y de esta manera, tenemos una oportunidad para entender que Dios simplemente no nos echó en este mundo de caos sin darnos una forma de salir.
"Dios simplemente no nos echó en este mundo de caos sin darnos una forma de salir."
El Zóhar y los kabbalistas explican que la palabra “sacrificio”, mencionada acá en la lección de Tsav, significa “sacrificar nuestro caos”. Los sacrificios son nuestro medio para conectar y beneficiarnos del poder de la Luz en nuestra vida. Cada sacrificio mencionado en este capítulo corresponde a un nivel diferente de caos. Tenemos que entender que el caos llega a nosotros en varios niveles e intensidades. Los distintos sacrificios son nuestra manera de eliminar estos niveles y tipos de caos de nuestra vida.
Una persona que hace un sacrificio recibe la oportunidad y la capacidad de trascender el tiempo, el espacio y el movimiento, y de reparar el caos que creó en el universo. Los sacrificios irradian una energía que va más allá de nuestra percepción y tienen el poder de reparar instantáneamente las acciones negativas que se hayan realizado años atrás y a distancias lejanas.
*Rav Berg sobre la porción Tsav, tomado de La Biblia Kabbalística (2009)