Las relaciones son una de nuestras mayores oportunidades para el crecimiento espiritual. Nos ofrecen una clase muy especial de taller a través del cual podemos conocernos a nosotros mismos y los unos a los otros de maneras increíblemente profundas. Puesto que las relaciones requieren de vulnerabilidad para tener éxito, también se convierten en espejos instantáneos de nuestros miedos no resueltos. Estos miedos no resueltos suelen presentarse en forma de narrativas o historias que albergamos en nuestra mente acerca de quiénes somos y qué merecemos.
"Relaciones convierten en espejos instantáneos de nuestros miedos no resueltos".
Está en nuestra naturaleza contar historias y amar las historias, pero hay un lado oscuro en las historias que nos contamos. Podemos adoptar historias que son negativas e inexactas. Muy a menudo, somos inconscientes de que hay una historia negativa dando vueltas repetidamente en nuestra mente y tomando decisiones por nosotros. En las relaciones, es necesario que seamos conscientes de esto, ya que, sin tú saberlo, tu historia puede crear una separación entre tus seres amados y tú.
Pueden estar basadas en falsedades o en realidades, en algo que creamos nosotros o en algo que aceptamos de otras personas. De cualquier forma, la historia que se reproduce una y otra vez en tu cabeza afecta tus interacciones y tus reacciones frente a tu cónyuge, tu pareja, tus amigos y tu familia. Todos hemos escuchado las frases: “Estás sacando las cosas de contexto” o “Estás haciendo una montaña de un grano de arena”. Las cosas pequeñas se convierten en algo importante cuando encajan con nuestra narrativa única y personalizada.
Por ejemplo, imaginemos que un hombre engaña a su esposa. Aunque es algo doloroso, tristemente no es una transgresión dentro del matrimonio de la que nunca hayamos oído hablar. Toman la decisión de trabajarlo juntos y acaban permaneciendo unidos. La esposa finalmente acepta lo ocurrido y lo perdona. Miran hacia el futuro de su matrimonio y lo nutren de una forma completamente nueva, y se sienten bastante bien. Hasta que una noche acuden a una cena de amigos, y en un momento de la noche, la esposa se gira y ve a su esposo teniendo una educada conversación con otra mujer. No es una conversación importante y es una interacción social inocua desde cualquier punto de vista, pero ¿qué ocurre? Ella se pone furiosa. No debido a algo que esté sucediendo realmente. La realidad es que su esposo está hablando con una mujer en la fiesta. Pero la película en su cabeza le está contando una historia completamente distinta. Esta historia dice así: Va a engañarme de nuevo y va a dejarme. Esta es su percepción de la situación, y su reacción emocional es muy real. No obstante, sólo está reaccionando a una historia negativa basada en el miedo que está dentro de su cabeza.
"Hace falta hacerse consciente de estas historias para empezar a cambiarlas".
Otro ejemplo es el de un niño que crece en un hogar en el que su madre es alcohólica. Unos diez años más tarde, conoce a una mujer maravillosa, se casa, pero si su mujer se toma ocasionalmente una copa de vino, él se vuelve controlador y exigente porque tiene miedo de que una copa de vino la lleve a acabarse la botella y su esposa se comporte como lo hizo su madre cuando él era un niño. Él también está reaccionando a una historia en la cabeza. Su reacción está basada puramente en su realidad pasada y está completamente en desacuerdo con lo que está sucediendo realmente en su presente.
Hace falta hacerse consciente de estas historias basadas en el miedo para empezar a cambiarlas. Una vez que arrojamos luz sobre estas historias y miedos inauténticos y dejamos de alimentarlos, empiezan a disolverse. Sanar tu historia no es distinto de cambiar perspectivas o aplicar nuevas acciones. Es sólo otro paso, otra herramienta que utilizamos para erradicar el miedo de nuestra conciencia.
Tal como Rav Berg enseñaba: “De la misma forma que cualquier meditación debe empezar con la pregunta ‘¿Qué es lo que quiero?’, una meditación para vencer la fobia debe empezar con la pregunta ‘¿Por qué tengo este miedo realmente?’. El simple hecho de hacer la pregunta planta la semilla para la respuesta. Pero lo que está oculto no es la información en sí misma. Lo que está oculto es el deseo de pedir esa información. Profundiza en eso y empezarás a hacer progresos en el alivio del miedo a través del recuerdo de lo que lo causó”.
Este artículo es un fragmento del libro de Monica Berg El miedo no es una opción. Haz clic aquí para obtener más información.