Géminis es el signo astrológico conocido por su dualidad. Esta dualidad se manifiesta de maneras distintas; una persona puede tener simultáneamente el deseo de relacionarse con los demás y ser introvertida o puede ser muy buena teniendo citas, pero tener miedo a comprometerse en una relación. Este mes está regido por las letras hebreas Resh y Zayin (secreto), las cuales revelan el secreto del equilibrio y crean una conexión desde el nivel de la limitación hasta el nivel de lo ilimitado.
El tercer signo del Zodíaco, Géminis, pertenece a la familia de los signos de aire y representa la Columna Central del sistema de tres columnas, es decir, simboliza el equilibrio. La Kabbalah nos enseña que nuestro desafío este mes es encontrar equilibrio entre las cosas que amamos y las que odiamos. Mientras procuramos tener equilibrio, puede que compartamos más y recibamos menos o que hablemos menos y escuchemos más. En efecto, a los géminis les encanta hablar, a veces ni les importa si alguien realmente los está escuchando. Si dejan de hablar y comienzan a escuchar (cosa que no es fácil para ellos), pueden conectarse con el equilibrio de la Columna Central y atraer Luz a su vida.
El día de la Luna Nueva, cuando el planeta Venus (amor y dinero) forme un aspecto discordante con Plutón (control y transformación), sentiremos la dualidad entre los muchos aspectos de la vida. Sin embargo, tenemos la opción de permanecer abiertos y no intentar controlar la manera en la que recibimos lo que queremos; el amor nos será dado del modo en el que necesitemos recibirlo.
El universo nos enseña a ser el líder de nuestra vida al hacernos líderes nosotros mismos y no esperar a que alguien nos convierta en líder. Un hermoso trígono entre Saturno, Urano y el Nodo Norte de la Luna indica que una vez que decidamos responsabilizarnos y ser líderes, la Luz nos ayudará a lo largo del camino de la vida.