Los kabbalistas enseñan que nuestro verdadero trabajo espiritual no debe resultar fácil o natural; el trabajo que estamos destinados a llevar a cabo en este mundo existe fuera de nuestra zona de comodidad, va más allá de los límites de nuestras actividades diarias.
Es por ello que vemos el trabajo espiritual como, bueno exactamente eso, trabajo. Por consiguiente, a menudo olvidamos asumir nuestro camino espiritual con un corazón alegre. El Creador nos envía desafíos y obstáculos de manera regular que pueden encender la transformación, pero ¿cómo podemos permanecer alegres cuando tenemos una tarea que nos obliga a estar en una situación extraña e incómoda? Se requiere de un cambio de percepción para acoger la alegría en estas situaciones.
Imagínate a ti mismo recibiendo una disculpa. Sin importar cuán sincera sea, una disculpa ofrecida a regañadientes no es muy reconfortante. Michael Berg señala que: “En la ausencia de alegría, incluso grandes actos bondadosos y de compartir se ven reducidos severamente. El bien que podemos hacer en el mundo se ve limitado cuando no estamos felices en nuestro trabajo espiritual”. Esto no quiere decir que no tenemos permitido sentirnos decepcionados, tristes o frustrados, ¡después de todo somos seres humanos! Esto simplemente significa que con la conciencia podemos mantener nuestros ojos en el panorama completo y mantener un corazón alegre, incluso de cara a la adversidad.
A continuación presentamos algunas herramientas que puedes utilizar para ayudarte a sentir alegría en tu trabajo espiritual:
Gratitud
La lista de cosas por las cuales deberíamos sentirnos agradecidos es infinita. Sin embargo, las bendiciones en nuestra vida merecen nuestra atención y no deberían ser dadas por sentadas. Tomar tiempo cada día para reflexionar y mostrar gratitud puede influir de manera positiva en la perspectiva que una persona tiene de su vida. Intenta mantener un diario de agradecimiento en el cual apuntes unas cuantas cosas por las que te sientas agradecido cada noche o cada semana. Con el tiempo, puede que te des cuenta de que te sientas más optimista, alegre e involucrado con la vida, incluso cuando afrontes adversidades o estés en medio de un trabajo espiritual desafiante.
Certeza
Una clave esencial para tener alegría incluso a través de los desafíos más grandes es tener certeza en la Luz del Creador. La certeza no significa esperar que los sucesos se desarrollen exactamente como queremos; certeza es saber que las bendiciones nos esperan y que la Luz nos guía en la dirección correcta, aun cuando sentimos que estamos perdidos o que tomamos el camino equivocado.
Cuando encontramos dificultades en nuestro trabajo espiritual, la falta de certeza hace más probable que sintamos dolor e incomodidad a medida que salimos del paso. Michael Berg dice: “Nuestro verdadero destino no es el dolor y el sufrimiento que parecen tan generalizados en el mundo, sino la alegría y la plenitud más allá de lo que podamos imaginar”.
Busca lo bueno
Nosotros escogemos ya sea ver el bien o el mal a nuestro alrededor y, al hacerlo, definimos la realidad que vivimos. Cuando nos enfocamos en algo malo que alguien hizo o dijo, corremos el riesgo de acercarnos al juicio, lo cual puede distraernos de ver los aspectos positivos o el lado bueno de la situación. Cuando observamos sólo lo negativo, nos conectamos con lo negativo, y cuando vemos lo positivo, nos conectamos con la Luz. Es siempre nuestra elección.
Los Kabbalistas enseñan que cada día es una oportunidad para avanzar en el camino del crecimiento espiritual; cada día es una oportunidad para la transformación. Podemos emprender un nuevo comienzo si escogemos verlo de esa manera y si decidimos dar la bienvenida a la alegría en cada tarea. “Cuando se hace una acción positiva con un corazón sin alegría, es como si una manta fuese arrojada sobre una bombilla encendida”, dice Michael Berg, “puede que la bombilla esté encendida, pero aquello que lo cubre evita que la luz ilumine la habitación y, en ese caso, es como si la luz no estuviera encendida en lo absoluto”.