Los kabbalistas enseñan que en Rosh Jódesh, el inicio de cada mes, pueden despertarse toda la Luz y las bendiciones que queremos manifestar en el mes. Con respecto al mes de Tauro, o Iyar, en el que estamos entrando, me quiero concentrar en una sola palabra. En el Séfer Yetsirá, el Libro de la Formación, Avraham escribe sobre los secretos de los meses, es decir, sobre el signo astrológico, la Luz y los regalos que están disponibles ese mes. Él no utiliza muchas palabras para explicar la Luz y los regalos que están disponibles cada mes, por el contrario, es muy breve; por lo tanto, es evidente que hay gran Luz y secretos dentro de cada una de estas palabras. ¿Cuáles son algunas de las pocas palabras sobre este mes de Iyar que Avraham comparte con nosotros? Él dice que en este mes se creó el poder, la energía, del llamado hirhur.
Hirhur suele ser traducido erróneamente como “pensamiento”, pero hirhur en realidad es “prepensamiento”, esos pensamientos pasajeros que vienen y van, y no aquellos pensamientos en los que invertimos tiempo y energía. Pero, ¿por qué es tan importante saber que en este mes se crea el poder que está detrás de esos prepensamientos pasajeros, la fuerza llamada hirhur?
La manera en la que hemos sido criados y se nos ha enseñado a pensar casi siempre ha sido la manera equivocada. Nuestra perspectiva del mundo que nos rodea, la manera en la que nos asustamos o preocupamos, o simplemente hasta la manera en la que pensamos sobre nosotros mismos y otras personas, suele ser completamente errónea. Y si no estás consciente del problema, nunca tendrás la solución. Por eso, lo primero que debemos tener claro en este mes, en el que fue creada la semilla del prepensamiento, es que nuestra mente no está bien y debe ser corregida. Y si no estamos conscientes de ello, nunca lo será.
Los kabbalistas enseñan que este mundo se llama Olam Hafuj, un mundo al revés. Lo que es importante para nosotros realmente no es importante. Lo que no es importante para nosotros suele ser lo que sí importa. Lo que nos preocupa no nos debe preocupar.
En general, debe corregirse aquello en lo que se concentra nuestra mente cuando piensa. De hecho, podemos escuchar mil y una clases sobre la importancia de la conciencia y la certeza, pero la mente no puede internalizarlas porque debe ser corregida primero. De eso se trata este mes, debemos preguntarnos: ¿Cómo puedo arreglar mi mente?
Una vez que seas capaz de arreglar tu mente, todas las demás enseñanzas que has escuchado tantas veces sobre conciencia y certeza pueden volverse realidad. Eso ocurre porque escuchar sobre certeza y conciencia no significa nada si no eres capaz de vivirlas constantemente. Y no podrás vivir constantemente esas enseñanzas si no logras corregir tu mente. Todo esto nos lleva a la palabra que Avraham nos dio sobre este mes: hirhur.
Muy a menudo, cuando ya tienes un pensamiento es difícil cambiarlo. Sin embargo, los kabbalistas enseñan que antes de cada pensamiento está el hirhur, el prepensamiento, y usualmente se necesitan unos cien prepensamientos para tener un pensamiento. Por lo tanto, una vez que el pensamiento se manifiesta es muy difícil cambiar ese miedo, duda, preocupación o tristeza; pero podemos atacarlo antes, en el nivel de prepensamiento, y así evitar que se manifieste completamente.
Por ejemplo, un pensamiento pasajero o hirhur es “¿Por qué me está pasando esto a mí?”. En un prepensamiento como ese es que hay que tomar el control, porque cuando piensas eso cien veces, al día siguiente tendrás un pensamiento más profundo de “Ay, ¿por qué me está pasando esto a mí?” y ese es un pensamiento que ocupará seis horas de tu día. Por esa razón tenemos que atacar esos prepensamientos. Así pues, un entendimiento y despertar que debemos tener en este mes es “Quiero tener el control, no de mis pensamientos, sino de mis prepensamientos”. Debemos apreciar la importancia de esos pensamientos pasajeros que se convierten en pensamientos de duda, tristeza y falta de certeza.
Tal y como Avraham nos dice, en este mes se nos da la capacidad de elevarnos, purificarnos y fortalecer nuestros hirhurim; al hacerlo, en algún momento podremos comenzar a controlar nuestros pensamientos y a tener conciencia y certeza. La corrección de nuestra mente es muy importante; no podremos estar conectados ni tendremos las bendiciones y Luz que necesitamos a menos que corrijamos nuestra mente. Para lograrlo, primero debemos concentrarnos, corregir y apreciar la importancia de nuestros hirhurim. En este mes de Iyar, la Luz del Creador no sólo puede darnos el reconocimiento de estos prepensamientos, sino la fuerza para apartarlos y no caer en ellos. Así podremos comenzar a controlar y a corregir nuestra mente para tener certeza y conciencia verdaderas.