La combinación del Tetragramatón para este mes de Shevat, o Acuario, es Hei, Yud, Vav, Hei. Los kabbalistas enseñan que la Yud y la Vav aquí son el aspecto masculino, mientras que las dos Hei son el aspecto femenino. Éstas representan la atracción y manifestación de la Luz del Creador en este mundo, mientras que el aspecto masculino representa el potencial. Por ende, este mes tiene un gran potencial para la manifestación.
Pero para poder manifestar las cosas, existe una lección muy importante para nuestro trabajo espiritual este mes. Puede que realicemos conexiones, compartamos y llevemos a cabo acciones espirituales que tengan la habilidad de atraer y revelar Luz; sin embargo, si no nos liberamos de quienes fuimos una vez y nos convertimos en quienes estamos destinados a ser, la Luz que espera para venir a nuestra vida no puede manifestarse.Frecuentemente realizamos acciones que tienen el poder de traer bendiciones a nuestra vida, sin embargo no vemos ninguna manifestación de esa Luz. Esto se debe a que para que la manifestación ocurra, la verdadera transformación debe ocurrir dentro de nosotros. Y este mes de Shevat nos ofrece el obsequio de la libertad. La palabra libertad tiene diferentes significados para las personas, pero sin importar cómo definamos la libertad, una cosa es cierta: la verdadera libertad debe involucrar una completa y duradera libertad del caos. El trabajo espiritual es la primera parte de ese proceso. Esto pone Luz en nuestra “cuenta bancaria espiritual”. Pero eso en sí no es suficiente para traer Luz a nuestra vida ya que todo lo que hemos hecho es crear una reserva. Tenemos que tomar la Luz de esas cuentas bancarias espirituales y traerla a nuestra vida. La única forma en la que podemos hacerlo es a través de la verdadera transformación. Por ende, en este mes, es el cambio (o la transformación) lo que realmente deberíamos requerir para nosotros mismos. La transformación es lo que deberíamos pedir, es en lo que deberíamos meditar.
Realizamos acciones que tienen el potencial de revelar una enorme cantidad de Luz. Pero si no nos transformamos a nosotros mismos, la Luz no puede manifestarse en nuestra vida. Esta es la razón por la cual resulta crucial (siempre, pero especialmente en este mes de Shevat) que mientras realicemos nuestro trabajo espiritual, no nos enfoquemos solamente en las acciones sino también en el cambio interior. El cambio verdadero es una de las cosas más difíciles de alcanzar. Y es uno de los obsequios de Shevat.