El comienzo del mes de Géminis debería venir con el mismo descargo de responsabilidad que escuchas al comienzo de una montaña rusa: “¡Abróchense el cinturón de seguridad y mantengan las manos y los brazos dentro del vehículo en todo momento!”. La energía de Géminis es rápida, determinada y en continuo avance, y todos recibimos una dosis de propulsión hiperespacial este mes. Continuando con la analogía del viaje emocionante, Géminis también trae consigo una lección:
Una vez que estás en el viaje, tienes que quedarte hasta el final.
Un poco sobre los nacidos bajo este signo —me considero casi una experta en el tema, con dos hijas géminis y un esposo parcialmente géminis— son de pensamiento rápido, alertas, brillantes, hablan rápido y son encantadoramente persuasivos. Tienen una inclinación por el lenguaje, la información, el humor, la eficiencia y la novedad. ¡Un géminis comprenderá, con asombrosa agilidad, todos los aspectos de una pregunta, adoptará una postura y tomará una decisión simultáneamente! Es inspirador y vertiginoso a la vez.
Pero, como cualquier otro signo, es una energía que no está libre de desafíos. Debido a la velocidad de sus intelectos, los géminis tienden a ser reactivos, a actuar o hablar sin pensarlo a fondo. Su ingenio rápido es una herramienta eficaz en la mayoría de los casos, pero un arma filosa en otros. Géminis está regido por Mercurio, el planeta más rápido de nuestro sistema solar, que viaja a 170 000 kilómetros por hora y completa su viaje alrededor del Sol en tan solo 88 días terrestres. Tanto Géminis como Mercurio representan la comunicación en todas sus formas, y este par tiene el poder de mover montañas… o nivelarlas.
No es casualidad que uno de los regalos del mes sea el movimiento, la capacidad de avanzar y de hacer cambios más rápido que en otras épocas del año. Si bien esto puede significar hacer progresos profesionales, personales o creativos, en definitiva, todo se reduce a hacer movimientos espirituales.
Digamos que te has fijado la meta de volver a estudiar y obtener tu título de posgrado. Estás lleno de inspiración y motivación, todo se está alineando a la perfección y ya estás planeando tu fiesta de graduación, y tal vez incluso el trabajo que harás después de graduarte. Quizá te hayas comprado una computadora nueva, hayas creado una oficina para tu trabajo y estudio, y estés lleno de energía con el vigor de un nuevo comienzo.
Ahora, seis meses después. Estás colmado con exámenes finales, los niños tienen práctica de fútbol, no has dormido y pensar en sacar tiempo para estudiar de repente es imposible. Toda la emoción ha desaparecido, y en su lugar hay estrés, agotamiento y quizá hasta temor. Todavía puedes ver la meta final, pero te preguntas: ¿de verdad vale la pena?
Esta zona es lo que hace que un géminis corra igual de rápido… en la otra dirección. El lado oscuro de la electricidad de Géminis es su desagrado al sentirse atrapado, por lo tanto, comprometerse no es nada deseable. La rapidez con la que comienzan un nuevo proyecto, idea o relación es la misma rapidez con la que la abandonan. Pero, como en todos los desafíos, si queremos el oro tenemos que escarbar la tierra.
¿Dónde sientes que has perdido el entusiasmo? ¿Es un objetivo? ¿Una relación? ¿Una idea? ¿A qué se debe tu falta de progreso? Por lo general, escucho cosas como:
“Simplemente ya no tengo tiempo”.
“Probablemente no iba a llegar a ningún lado de todos modos”.
“Es demasiado en este momento”.
Cualquiera que sea la excusa, la lección de este mes está contenida justo allí. ¿Por qué ya no tienes tiempo? Tomarse en serio esta pregunta podría significar darse cuenta de que no es falta de tiempo; se trata de la necesidad de organizar tus prioridades. No se trata de si algo va a “llegar a algún lado”; se trata de afrontar tu falsa creencia de que no lo hará. No es “demasiado en este momento”, solo te pide que salgas un poco (o mucho) de tu zona de confort.
Todo esto me lleva de vuelta a mi frase anterior. Cualquiera que sea el tipo de movimiento o crecimiento que estemos buscando realizar, en realidad solo se tratará de nuestro movimiento y crecimiento espiritual.
Este mes, explora todo aquello que te hace abandonar tu constancia. Cuando las cosas se pongan difíciles, úsalo como la oportunidad para sentir curiosidad —otro superpoder de Géminis— y preguntar qué está sucediendo debajo de la superficie, conviértete en un detective en busca de pistas sobre por qué perdiste tu chispa y busca conectarte aún más con tu confianza en el proceso. Y mantén el rumbo. Para ello, necesitamos fuerza, sabiduría y claridad, y para nuestra fortuna, podemos tenerla porque tenemos la oportunidad de conectarnos con la energía de Géminis durante todo el mes.
Debido a este regalo del movimiento, podemos hacer un progreso espiritual significativo durante el mes de Géminis. Así que… ¡Comprométete a algo este mes! No solo con el producto final o el destino: comprométete primero a mantener el rumbo, aun cuando las cosas pierdan su brillo o se pongan difíciles. Recuerda que el proceso es el propósito, y a medida que avanzas, debes saber que se trata de cómo estás creciendo, no hacia dónde vas.