Los kabbalistas enseñan que cuando estudiamos las lecciones de la porción semanal de la Torá, despertamos la Luz revelada en esos pasajes. La energía disponible durante la porción de Qui Tisá es sobre la destrucción causada por el pecado del Becerro de Oro. ¿Qué tipo de energía exactamente estamos despertando?
La historia de Qui Tisá documenta la creación del Becerro de Oro por los israelitas. Al seguir la historia de Moshé dirigiendo a los israelitas fuera de Egipto y a través del desierto, llegamos al punto en el que Moshé deja el campamento durante 40 días y noches cuando va al Monte Sinaí para recibir la Torá y la Luz de la Inmortalidad. Los israelitas se equivocaron calculando el tiempo y seis horas antes de la hora en la que Moshé iba a regresar, creyendo que él los había abandonado, crearon el Becerro de Oro. El Becerro de Oro representa una caída de conciencia, la idea que de recibiremos Luz o satisfacción del mundo físico en vez de hacer el trabajo espiritual.
La gran lección es que cada vez que caemos, la Luz seguirá estando con nosotros si reconocemos los errores que hemos cometido. Podemos trabajar para salir de esa negatividad. Sin embargo, cuando cometemos errores pero estamos tercamente seguros de que estamos haciendo lo correcto, no hay espacio para que la Luz entre en nuestra vida.
Hay una historia sobre un estudiante del Baal Shem Tov, un gran kabbalista que vivió hace algunos cientos de años en Ucrania. El kabbalista llegó a un pequeño pueblo donde todos los habitantes querían tener el honor de atenderlo como invitado en su casa. Después de que el kabbalista eligió un lugar donde quedarse, el hombre más adinerado del pueblo se quejó diciendo: "¿Cómo puedes quedarte en la casa de esa persona? Él ha hecho cosas terribles. Todos en la ciudad saben lo bueno que soy, y yo podría ofrecerte un hospedaje mucho más cómodo". El kabbalista respondió: "Cuando una persona cae, el Creador siempre está ahí. Pero si la persona está llena de orgullo, no hay espacio para el Creador en su vida. Tienes razón en decir que este hombre ha hecho cosas terribles, pero el Creador sigue estando con él. Tú, por otro lado, estás tan orgulloso de lo bueno que eres, y por ello el Creador no está a tu lado. Si el Creador no puede quedarse contigo, tampoco yo puedo".
Muchas veces nos sentimos sin esperanza y destruidos cuando cometemos errores. Pero si una persona reconoce el error de sus acciones, siempre hay esperanza. Sin embargo, si una persona cae espiritualmente y sigue creyendo que hizo lo correcto, no hay apertura para la Luz.
El Rav Berg explica que nuestra vida es como una escalera mecánica que va hacia abajo en la que debemos estar subiendo constantemente. Si no nos movemos continuamente hacia adelante en nuestro trabajo espiritual, o incluso si estamos parados sin movernos, retrocedemos.
Mira las áreas en tu vida en las que sientes que has retrocedido, o donde sientes que las cosas no se están moviendo hacia adelante. Habla con tu maestro de Kabbalah sobre ideas para seguir subiendo la escalera. ¿Dónde puedes esforzarte y crecer?
Todos cometemos errores. Se trata de tomar responsabilidad por los errores que hemos cometido e inyectar la Luz en esa área. Es fácil desear esconder nuestras "metidas de pata", o las áreas en las que somos débiles. Como dice Karen Berg: "¡Las únicas personas perfectas están en el cementerio!".
Si queremos que la Luz resida dentro de nosotros, no debemos concentrarnos en lo que hemos hecho. Debemos mirar lo que vamos a hacer para repararlo.