Ahora estamos entrando en el mes de Libra, o Tishrei; los primeros dos días de este mes cae Rosh Hashaná, el año nuevo. Por lo tanto, al llegar a este año entrante, no queremos que sea otra versión del año que acaba de terminar. Más bien queremos que sea mucho mejor que el año anterior y mejor que cualquier año que hayamos tenido. En este mes, y especialmente durante los dos primeros días de este mes durante Rosh Hashaná, no queremos solamente atraer más Luz o una Luz mayor, sino Luz que transforme cada aspecto de nuestra vida, tanto espiritual como físicamente.
“no queda nada del año anterior”.
No obstante, sin conciencia de nuestra parte, la Luz del Creador no se puede manifestar. Y un nivel de conciencia que es importante tener en cuenta cuando hagamos nuestras conexiones durante este mes es la conciencia de pobreza. Cada uno de nosotros está destinado a la grandeza, pero debido a que nos conformarnos con menos, física y espiritualmente, no alcanzamos nuestro destino. Pero en el mes de Tishrei no podemos conformarnos; no queremos que este sea un año en el que recibamos menos de lo que estamos realmente destinados a tener.
“queremos todo nuevo y mejor que antes”.
Los kabbalistas enseñan que cada año que es pobre al comienzo, es abundante al final. Por lo tanto, primero tenemos que comenzar este mes con una mentalidad de pobreza, con la noción de que no tenemos nada, y luego debemos tener la conciencia de quererlo todo. Entonces, al entrar al comienzo de este nuevo año, necesitamos cultivar esta conciencia de no tener nada y quererlo todo. ¿Por qué? Porque no queda nada del año anterior; ya que estamos iniciando sin nada, debemos pedir todo: salud, sustento, bendiciones e incluso plenitud absoluta.
Para alcanzar la grandeza por la cual vinimos a este mundo, debemos saber que no tenemos nada y, a su vez, dejar de conformarnos con lo que hemos tenido hasta ahora, ya sea en el sentido físico o el espiritual; queremos todo nuevo y mejor que antes. Y a lo largo del mes de Libra, si incorporamos esta conciencia y recordamos que un año que comienza con la conciencia de pobreza puede concluir con riqueza tanto física como espiritual, podremos atraer a nuestra vida el año completamente nuevo que queremos; un año lleno de bendiciones, satisfacción y Luz infinita.