La segunda porción que leemos en el mes de Elul es Ki Tavó. Elul se conoce como el mes del arrepentimiento, así que primero que nada tenemos que entender que esta porción viene a ayudarnos en el proceso de tener la capacidad de ver y elevar lo que llamamos "pequeño deseo".
"El pequeño deseo" es la raíz de todo caos, y se refiere al intercambio de la Luz completa, la conexión completa, por deseos pequeños, fáciles y rápidos que terminan alejándonos de nuestra verdadera esencia. Si tenemos un "pequeño deseo" tendemos conformarnos con tener la razón en las discusiones y dejamos a un lado la unidad.
En esta porción leemos sobre las maldiciones y bendiciones potenciales que los israelitas podían recibir, dependiendo de su comportamiento. Fácilmente podríamos llegar a pensar que la Torá nos está amenazando a hacer lo que nos manda. Esto no podría ser menos cierto. Sabemos que el Creador sólo puede darnos lo que es bueno para nosotros, así que, ¿por qué una maldición sería buena? Y, ¿cómo puedo asegurarme de que experimente la Luz de una manera que realmente se sienta como la Luz y no como una maldición?
Desafortunadamente, la mayoría de nosotros despertamos la apreciación cuando experimentamos algún tipo de carencia. Como dice el Rav: "¿Quién tiene el deseo de no tener un dolor de muelas?". ¡Nadie! Sólo alguien que tiene un dolor de muelas tiene el deseo de no tenerlo. No sentimos de pronto una apreciación por nuestra salud a menos que experimentemos alguna carencia.
La manera más efectiva de despertar la apreciación es a través de algún tipo de pérdida, y los tiempos difíciles tienden a ser lo que impulsan a que alguien quiera cambiar. ¿No somos todos así? Cuando las cosas van bien, sentimos como que no necesitamos una conexión con la Luz, pero de pronto algo malo ocurre ¡y todos dirigimos nuestra mirada al cielo!
¿Qué pasaría si despertáramos proactivamente nuestra apreciación y nuestro deseo por la Luz cuando las cosas están yendo bien? ¿Qué pasaría si constantemente sintiéramos el deseo de estar conectados, sin importar qué tan bien marchen las cosas? Este es el secreto para experimentar todo lo que llega a nosotros como una bendición y este es el poder que recibimos en la porción de esta semana.