En una reunión de asesoría reciente, mi estudiante me pidió que le ayudara a crear un cambio en sus finanzas. Es un joven abogado que tenía dificultades para que un bufete lo contratara. Como resultado, decidió abrir su propia consultoría.
"Abrió un mundo de nuevas posibilidades, un mundo de abundancia".
Parte de nuestra conversación fue así.
Yo: ¿Cómo te va con tu consultoría?
Él: No va bien financieramente, pero hace poco conocí a alguien que me pidió ayuda para iniciar una organización sin fines de lucro.
Yo: Ese es un muy buen comienzo. ¿Cuánto estás cobrando por tu trabajo?
Él: Nada. Lo hago gratis.
Yo: Eso es muy noble de tu parte.
Él: Creo en la causa.
Yo: Eso es maravilloso. ¿Qué te está dando esta persona a cambio de tu tiempo, esfuerzo y experiencia? ¿Estás seguro que no hay otra razón por la que no le estés cobrando nada a tu cliente por tu servicio, especialmente cuando tienes problemas económicos?
Después de un poco de análisis de su parte, finalmente confesó.
Él: La verdad es que no sé cuánto cobrar por mis servicios.
Ahora íbamos por buen camino.
Yo: Cierra los ojos y pregúntate: “Si me sintiera valioso, ¿cuánto cobraría por mis servicios?”.
Después de treinta segundos, la expresión en su rostro se transformó. La bruma mental se apartó e irradió el brillo de su propio valor personal. Abrió los ojos y claramente anunció sin vacilar en absoluto: “Doscientos dólares por hora”.
Él: Ahora sé por qué no lograba que me contrataran ni encontraba clientes, y por qué no le quería cobrar a este nuevo cliente por todo mi esfuerzo. No sentía que yo lo valía. Ni siquiera consideraba mi propio valor.
¡Y debido a eso, él no había creado la vasija (es decir, los límites y condiciones) necesaria para manifestar su abundancia financiera!
"Tu valor personal está completa- mente en tus manos".
Definir límites sanos es un componente clave en el desarrollo de nuestro valor personal. El momento en que este joven reconoció que podía fijar límites sanos, abrió un mundo de nuevas posibilidades, un mundo de abundancia en el que podía intercambiar energía de forma segura y feliz (como sus servicios por dinero) con otras personas.
Muchos consideran que su baja autoestima se debe a eventos de su pasado o el presente. No permitas que esto te impida conectarte con tu propio valor personal. Sin importar qué te hayan dicho o hecho, tu valor personal —ahora y siempre— está completamente en tus manos.
La importancia de mantener nuestro valor personal sin importar las circunstancias se puede encontrar en la historia de Yosef en el “Manual de la humanidad” (también conocido como la Torá o la Biblia). A la tierna edad de diecisiete años, los hermanos de Yosef estaban celosos de él. ¡Lo odiaban al punto de venderlo como esclavo!
Él no permitió que eso afectara su valor propio. Como esclavo de la propiedad de su nuevo amo, hizo un trabajo tan bueno que con el tiempo fue ascendido para dirigir la propiedad y los negocios de su amo. Nunca se consideró a sí mismo como esclavo. Fue proactivo en todo lo que hizo. En el pináculo de su carrera, tomó la decisión de hacer una acción espiritual: se resistió a la seducción de la esposa de su amo. Como resultado, ¡fue acusado de un crimen que no cometió y pasó doce años en un calabozo! Nunca se consideró una víctima, fue proactivo en todo lo que hizo.
A pesar de sus experiencias traumáticas, nunca se definió conforme a sus circunstancias, sino por su conexión con su Ser Superior (es decir, la Fuerza de Luz del Creador), el panorama completo.
Al decidir enfocarse en su conexión interna con la Fuerza de Luz interior, en lugar de definirse conforme a las opiniones de otras personas y su entorno, Yosef fue, es y siempre será un modelo a seguir para llevar una vida rica y proactiva. Yosef terminó controlando toda la riqueza de Egipto.
Analicemos esta historia un poco mejor. En el momento de su acto de restricción, la Torá, la guía para nuestro mundo interno, le da el título de “Yosef el Justo”.
Sin embargo, como resultado de su respuesta proactiva ante la situación, en el mundo material Yosef fue falsamente acusado de un crimen y rápidamente arrojado en el calabozo. Es una paradoja. Dos realidades existiendo a la misma vez. La lección aquí es que en la vida siempre nos presentan una paradoja. En cualquier circunstancia dada, tenemos la opción de definirnos desde la perspectiva de nuestra alma o la del ego. ¿Cuál perspectiva eliges?
Si quieres fortalecer tu naturaleza proactiva y manifestar más alegría, autoestima y abundancia, personalmente te recomiendo esta herramienta:
Escanea las secuencias de letras arameas de las porciones del Zóhar de Mikets y Vayigash, y también estúdialas. Estudiar las lecciones de la Escritura mediante las explicaciones kabbalísticas alimenta el alma, ¡que necesita urgentemente hacer su trabajo de restricción!
Esto, desde luego, requerirá tiempo y esfuerzo de tu parte. Pero está bien porque, cariño, ¡tú lo vales!