Querida Monica: Trato de no sentir enojo. Trato de no ser resentida. Pero a veces no puedo evitarlo. ¿Debería abstenerme de hablar sobre estos sentimientos? – Catriona Thomson.
"Las emociones son información. Son el sistema de retro- alimentación de nuestra alma".
Querida Catriona:
Comencemos con un concepto poderoso: las emociones son información. Son el sistema de retroalimentación de nuestra alma.
La alegría nos dice que estamos participando en experiencias satisfactorias, la tristeza nos dice que debemos hacer cambios y el enojo nos dice que nos sentimos víctimas. En lugar de reprimir las emociones, reconozcámoslas y explorémoslas. Cada emoción surge por una razón.
El enojo viene en muchas presentaciones diferentes, pero suele tener su origen en sentimientos de impotencia. La gente que siente enojo lo describe como una reacción a algo que les sucede (“él me hace enojar”). Además, cuanto más se enoja la persona, es más propensa a culpar a algo más por la manera en que se siente. Si algo te molesta y sientes enojo en cuanto a la situación, recuerda que el enojo es solo una respuesta ante la percepción de injusticia. Muchas personas confunden el enojo con fuerza, cuando, de hecho, el enojo es la reacción característica de una víctima.
"Muchas personas confunden el enojo con fuerza, cuando, de hecho, el enojo es la reacción característica de una víctima".
Convertirse en la mejor versión de nosotros mismos significa asumir la responsabilidad en las áreas en las que necesitamos crecer. Sin embargo, estas áreas suelen ser oscuras y extremadamente sensibles. Y pueden incluir un reto difícil: nuestra tendencia a vernos como la víctima —en lugar de como gestor de— nuestras circunstancias.
Hablar sobre el enojo puede ser profundamente sanador, especialmente si hablas con alguien que te ayude a descubrir la raíz del enojo (sentimientos de impotencia y falta de control) y te dé consejos proactivos, en lugar de hablarlo con alguien que valide y alimente sentimientos negativos.
Siempre me encantó la cita: “La rabia es como tomar veneno y esperar que muera la otra persona”.
Con afecto,
Monica