Todos somos víctimas de malos hábitos, ya sea comer en exceso, fumar o incluso adicción a las redes sociales. Son los comportamientos que sabemos que deberíamos abandonar, pero que nos resultan muy difícil cambiar. A veces puede parecer que no tenemos la fuerza de voluntad o la disciplina para romper hábitos nocivos, pero la verdad es que todos tenemos la capacidad de cambiar.
He aquí tres pasos para dejar un mal hábito y crear rutinas saludables:
1. Identifica qué motiva el comportamiento.
Cuando pensamos en crear o dejar un hábito, solemos centrarnos tanto en el comportamiento en sí mismo que a menudo no somos conscientes de lo que realmente lo motiva. Antes de que podamos cambiar nuestros hábitos, tenemos que entender lo que los antecede.
Toma nota de lo que sucede justo antes del comportamiento nocivo. ¿Es siempre a una hora determinada del día? ¿Un lugar en particular? ¿Ocurre en compañía de ciertas personas? ¿Hay alguna emoción que lo motive? Una vez que comiences a ver el patrón, podrás comprender mejor el hábito y cómo abandonarlo.
2. Determina el deseo que está en la raíz del hábito.
Cada hábito ofrece una recompensa, ya sea que nos demos cuenta de ello o no. Incluso de los hábitos negativos obtenemos algún placer o beneficio que nos hace volver por más, aunque tal recompensa no siempre sea evidente de inmediato. Saber cuál es la recompensa que buscamos en dicho hábito nos ayudará a encontrar otras formas más saludables de lograr ese objetivo.
Para un fumador, la recompensa podría ser una explosión de energía, socializar con otros fumadores o tomar un descanso del trabajo. Para determinar cuál es, el fumador podría intentar beber un espresso doble en lugar de fumar un cigarrillo para ver si la cafeína satisface el antojo. Si no, podría fumar un cigarrillo sin hablar con nadie para ver si sigue siendo gratificante sin la socialización. Luego, podría fumar un cigarrillo lo más rápido posible durante el trabajo sin darse tiempo para relajarse y ver si obtiene el mismo placer.
Haz experimentos para averiguar qué tipo de recompensa deseas. Piensa en lo que puedes hacer para satisfacer este deseo. Una vez que lo descubras, puedes comenzar a cambiar el hábito.
3. Crea conscientemente nuevas rutinas.
Los hábitos son comportamientos que elegimos inicialmente pero que luego comenzamos a ejercer sin pensarlo. Esto es cierto tanto para los hábitos saludables como para los no saludables. Cuanto más conscientes seamos de los hábitos que estamos creando, más podremos dirigir nuestra vida hacia opciones positivas.
Si puedes interrumpir tu hábito, puedes cambiarlo. Al principio se necesita fuerza de voluntad para hacer un cambio, pero luego costará cada vez menos mantener ese cambio a lo largo del tiempo. Decide cómo quieres que sean tus nuevos hábitos y crea un entorno que los favorezca, teniendo en cuenta lo que motiva tu comportamiento y las recompensas que buscas.
No es fácil dejar hábitos que hemos tenido por mucho tiempo, pero es posible hacerlo con atención y conciencia. Si quieres cambiar un comportamiento, trata de entenderlo mejor. Averigua qué lo provoca y qué obtienes de él a fin de que puedas comenzar a crear otros hábitos que te aporten la misma satisfacción, ¡o más!