La motivación es lo que nos hace salir de cama por la mañana e impulsa todo lo que hacemos a lo largo del día. Si la tenemos, nos sentimos con energía y propósito. Si no la tenemos, podemos sentirnos a la deriva, aburridos o inquietos. La motivación también es un ingrediente clave en nuestro trabajo espiritual. La diferencia entre alguien que logra algo y alguien que logra mucho es cuán fuerte es su motivación.
Cada uno de nosotros puede caer en un pozo cada cierto tiempo cuando nos falta el impulso para lograr nuestros objetivos. Afortunadamente, la sabiduría de la Kabbalah proporciona herramientas para despertar la motivación y mantenerla viva mientras trabajamos en pos de nuestro propósito supremo.
He aquí tres consejos para encontrar tu impulso:
1. Ten presente que eres mucho más poderoso de lo que te percibes.
Si supieras que hay un tesoro enterrado en tu patio trasero, lo más probable es que seguirías cavando hasta encontrarlo, sin rendirte nunca. Todos tenemos grandes tesoros en nuestro interior, esperando a que los descubramos. Uno de los mayores obstáculos para una gran motivación es el hecho de que subestimamos nuestras capacidades. Ninguno de nosotros puede comprender o apreciar verdaderamente lo poderosos que somos. Creer en nuestro poder puede motivarnos a emprender acciones y, al hacerlo, podemos encontrar nuestro propósito.
Mejora la manera en que te percibes cada día y encontrarás la motivación para hacer cada vez más cosas y revelar esa gran Luz que llevas dentro. Cuestiónate si estás haciendo todo lo que puedes. Incluso si estás motivado, tal vez haya una motivación superior o una forma de hacer cosas mayores. Eres poderoso y provienes de algo ilimitado. Deja de limitar tu potencial y empieza a creer en ti mismo.
2. No esperes a que te llegue la inspiración. Empieza a actuar y encontrarás la motivación.
¿Qué haces cuando sientes falta de motivación? Quizá te das un atracón de Netflix, revisas tu teléfono o tomas una siesta. La mayoría de la gente cree que la inspiración divina les llegará y después harán grandes cosas. Sin embargo, la naturaleza de la motivación es que se alimenta de la acción, no al revés. Eso significa que hacer el trabajo aun cuando no te apetece es una parte necesaria para sentirte inspirado.
Cuando lleguen los días de inspiración, disfrútalos, pero también debes saber que hay un gran poder en los días en los que no hay inspiración aparente. Si haces el esfuerzo de hacer algo importante, aunque sea durante 5 minutos, es una de las cosas más poderosas que puedes hacer en ese día.
3. Las acciones positivas de compartir ayudan a generar motivación.
La motivación está intrínsecamente vinculada al deseo. La sabiduría de la Kabbalah enseña que el deseo es una cualidad finita. A lo largo de nuestra vida, gastamos deseo; a veces por cosas egoístas, a veces por acciones de compartir. Es por ello que las personas en etapas avanzadas de la vida tienden a tener menos deseo que cuando eran más jóvenes. ¡Pero no tiene que ser así! Cuanto más uses tu deseo para la positividad, más crecerá y se mantendrá vivo. Si una persona malgasta su deseo en cosas negativas o egoístas, al final se encuentra con que cada vez tiene menos motivación para las cosas importantes.
Tu deseo nunca debería decaer. Puede y debe ser tan fuerte como en cualquier otra etapa de tu vida. Protege tu deseo evitando usarlo para cosas egoístas y dañinas. Cuando uses tu deseo para compartir, descubrirás que tienes más fuerza para hacer cada vez más cosas a lo largo de tu vida.
Las cosas que compartimos con otras personas fuera de nuestro marco personal son eternas. Pregúntate: ¿Qué he hecho hoy que sea eterno? ¿Qué voy a hacer mañana que sea eterno?
Todos pasamos por momentos en los que nos falta motivación. Hasta las tareas más sencillas pueden parecernos una faena. Pero si nos esforzamos en actuar, aunque solo sea por unos minutos, y nos enfocamos en intentar compartir y ayudar a los demás, podemos encontrar nuestro impulso. Tenemos el poder de realizar hazañas asombrosas en nuestra vida. Cuanto más recordemos esto y más nos esforcemos por mejorar el mundo, más energía y motivación recibiremos para hacer cosas todavía más grandes y mejores.