El poeta William Blake escribió: “Es más fácil perdonar a un enemigo que perdonar a un amigo”. Nuestras relaciones más importantes suelen ser las más complicadas. Es más fácil ignorar a un compañero de trabajo exasperante o dejar de invitar a reuniones sociales a un conocido competitivo porque lo que está en juego en términos emocionales es menor. Pero cuando se rompen las relaciones que más nos importan, puede resultar insoportable.
Restablecer relaciones rotas, ya sean románticas, familiares o amistosas, requiere mucho trabajo, pero al dirigir nuestra conciencia y esfuerzos en las áreas correctas, podemos dar pasos positivos hacia la sanación.
He aquí cinco consejos espirituales para comenzar a restablecer una relación rota:
1. Redefine las relaciones difíciles como oportunidades para aprender y crecer.
La sabiduría de la Kabbalah enseña que estamos destinados a pasar por un proceso de cambio a lo largo de nuestra vida, y una de las fuentes más poderosas de ese cambio son nuestras relaciones. Las relaciones nos brindan más que solo amor y apoyo mutuos, también nos brindan las oportunidades necesarias para nuestro crecimiento y transformación positiva.
Este es un cambio de paradigma en la forma en que la mayoría de las personas ve las relaciones. Incluso las relaciones difíciles pueden ser buenas para nosotros porque crean oportunidades para que nos convirtamos en creadores de nuestra propia Luz y, por lo tanto, cumplamos nuestro propósito en el mundo. Todas las relaciones valen la pena simplemente porque despiertan algo en ti que puedes desarrollar, cambiar o conocer.
Ya sea que la relación continúe o no, debes saber que hay una razón por la que se unieron. Considera cada relación como una oportunidad para aprender sobre ti mismo, evolucionar y obtener una nueva perspectiva.
2. Esfuérzate por ver tu parte en el conflicto.
Cuando nos enfrentamos a un desacuerdo, es fácil caer en la mentalidad de que tenemos toda la razón y la otra persona está completamente equivocada. Las cosas nunca son tan blancas o negras. Se necesitan dos personas para tener un conflicto. El ego puede impedirnos ver dónde estamos fallando. Cuanto más alimentamos nuestro ego, más creemos que tenemos razón en todo y que los demás están equivocados. A partir de ahí, perdemos el interés en reparar lo que está roto y nos interesamos más en sentir que tenemos la razón.
Reconoce tu propio papel en el conflicto. Incluso si no crees que fue tu culpa, lo más probable es que hayas desempeñado un papel, por pequeño que sea. Al asumir la responsabilidad de tus acciones, no solo puedes tomar medidas para resolver el conflicto, sino también aprender y crecer gracias a él para el futuro.
3. Lucha por la relación antes de alejarte de ella.
Muy a menudo, buscamos relaciones y amistades que sean “perfectas” para nosotros y luego nos apartamos si la otra persona no se ajusta exactamente a lo que estamos buscando. Cuando algo sale mal, nuestro reflejo es huir de ello y no regresar para repararlo o arreglarlo. Este pensamiento puede terminar las relaciones de forma prematura y limitar el crecimiento y la Luz que podemos recibir de ellas.
Si algo es significativo para ti, vale la pena luchar por ello, incluso si no es perfecto a tus ojos. Por supuesto, hay relaciones tóxicas en las que no es saludable permanecer y que justifican alejarse. Debemos seguir estableciendo límites y oponernos a la injusticia mientras luchamos por las relaciones que valen la pena salvar.
Estáte dispuesto a ofrecer compasión y perdón aun cuando alguien te decepcione. No elijas la salida fácil. Lucha por las relaciones que son importantes para ti.
4. Da más de lo que recibes.
¿Cuál es el beneficio de las relaciones? La mayoría de la gente diría que los beneficios son lo que la otra persona aporta: compañía, apoyo, amor u orientación, por ejemplo. Pero la verdadera importancia es lo que somos capaces de dar. La razón por la que nuestras almas vienen a este mundo es para compartir con tantas personas como sea posible y crecer a partir de eso. Las relaciones nos dan la capacidad de compartir.
Cambia tu forma de pensar sobre las relaciones de lo que puedes obtener a lo que puedes dar. Al ofrecer perdón, compasión y bondad, podrás verte cambiar y crecer de las maneras que necesitas. Y como beneficio adicional, mantendrás amistades más largas.
5. Ten presente que la forma en que actúas en tus relaciones tiene un impacto espiritual en el mundo.
Una comprensión espiritual importante es que cada acción que realizamos no solo impacta nuestras relaciones, sino también la totalidad colectiva del mundo. Vivimos en una época en la que se necesita con urgencia bondad, compasión, perdón y misericordia. Ten presente que tus acciones influyen en el mundo. Una de las razones por las que esta persona te está causando molestia o te ha lastimado es porque crea una oportunidad para que perdones y emitas la energía del perdón en el mundo.
Si hay una relación en tu vida que te cuesta perdonar, hazlo, no solo para mejorar la relación y dirigirte hacia una vida más plena, sino también porque el mundo lo necesita. Esfuérzate por sanar esta relación, perdona a esa persona y muestra misericordia a alguien que no se lo merece. No porque esa persona tenga razón, sino porque esa es la energía que quieres emitir en el mundo.
No todo el mundo está destinado a estar en nuestra vida para siempre, pero todos los que se cruzan en nuestro camino lo hacen por una razón. Cada relación te brinda oportunidades para crecer, compartir e influir en el mundo de manera positiva. Ver las relaciones difíciles a través de este lente puede ofrecer una nueva perspectiva para comenzar el proceso de sanación y un nuevo enfoque del perdón. De este modo, puedes cultivar relaciones más sólidas, aumentar tu crecimiento personal y crear cambios poderosos en el mundo.
