Hemos oído decir una y otra vez que estamos viviendo “tiempos sin precedentes”. Con tanta agitación en el mundo, es fácil sentirse perdido, asustado o no tener claro el futuro. Nada arrebata tanto la alegría y la felicidad de nuestra vida como el miedo y la incertidumbre. Pero hay una manera de encontrar la paz en medio del caos. La clave es eliminar la duda y fortalecer nuestra conexión con el Creador.
¿Cómo podemos transformar nuestros miedos en una certeza inquebrantable de que cada obstáculo que encontramos está destinado a que aprendamos y crezcamos? He aquí tres consejos para ayudarte a encontrar la certeza en tiempos de incertidumbre:
1. Mantente atento a los pensamientos negativos sobre ti mismo y sobre los demás.
Los pensamientos negativos contaminan nuestra mente y hacen que nos sea mucho más difícil encontrar claridad y certeza. A fin de que nuestra mente sea fuerte, segura y esté en paz, tenemos que limpiar nuestra mente y proteger nuestra conciencia de los pensamientos negativos.
Evalúate cada día. Pregúntate: ¿Cuántos pensamientos he tenido hoy que no han sido positivos, amables o de apoyo? ¿Cuántos pensamientos de duda, miedo o ira? Sé consciente de los pensamientos negativos que vienen a tu mente y trabaja activamente para resistirlos. Cuanto más en serio te tomes esto, más podrás empezar a conseguir la paz cuando haya caos a tu alrededor.
2. Confía en que estás donde debes estar para crecer.
A menudo tratamos de planificar y dirigir nuestra vida según lo que consideramos que es mejor para nosotros, y cuando algo sucede fuera de nuestro plan, nos toma por sorpresa. Hay una poderosa razón espiritual por la que las cosas no siempre salen como queremos. La sabiduría de la Kabbalah enseña que estamos destinados a estar en un estado constante de crecimiento y cambio para ser todavía más grandes, mejores y plenos. Las cosas no salen como esperamos porque están destinadas a cambiarnos y elevarnos para que se revele nuestro mayor potencial.
Todo lo que ocurre en el mundo, incluso las pandemias y las guerras, ofrece importantes oportunidades para que cada uno de nosotros aprenda, crezca y cambie. Todo en nuestra vida está perfectamente creado para que podamos producir y manifestar una mejor versión de nosotros mismos, aunque no podamos entender los detalles de cómo nos transforma una situación.
Cuando las cosas son difíciles o confusas, entiende que son perfectas para ti y que han sido creadas de tal manera que puedan traer mayor poder, felicidad y sabiduría de lo que estás manifestando actualmente. Ten presente que la Luz del Creador está involucrada en esto, que es exactamente lo que el Creador ha preparado para ti y que la Luz en la situación te transformará. ¡A veces las cosas que no quieres terminan siendo mejores para ti que las cosas que sí quieres!
3. Practica con problemas más pequeños para ayudarte con los más grandes.
Todos tenemos momentos en los que no podemos dar sentido a lo que sucede en nuestra vida y en el mundo. Encontrar y mantener la paz a través de estas luchas no sucede de la noche a la mañana, es un proceso en el que debemos trabajar constantemente por desarrollar. Si nos centramos y trabajamos en ello, podemos conseguir una vida en la que sintamos certeza y paz, aun cuando otros experimenten caos e incertidumbre.
Practica con problemas pequeños. Cuando estés atascado en el tráfico o un desconocido haga un comentario grosero, practica el permanecer calmado y centrado, resiste los pensamientos negativos y confía en que el Creador te puso en ese escenario. Cuanto más trabajes en esto con los problemas pequeños, más fácil será cuando ocurran los desafíos más grandes. La gente se sorprenderá de lo feliz, pleno y en paz que estás.
Tener una vida de paz y certeza, incluso ante el caos, no solo es posible, sino que es algo que todos estamos destinados a experimentar. Requiere que disminuyamos nuestra duda y cultivemos una confianza total en el Creador. Comienza con ser conscientes de nuestros pensamientos negativos y trabajar activamente para combatirlos, entendiendo que hay una bendición en cada situación y que se necesita tiempo, trabajo y práctica para alcanzar un nivel de certeza total.
La vida es incierta e impredecible. La única garantía que tenemos en la vida es nuestra conexión con el Creador.