En el libro infantil Harold y el lápiz morado, un niño usa su fiel crayón púrpura para construir un mundo fantástico a su alrededor, y crea aventuras y resuelve problemas con el poder de su imaginación. Al igual que Harold, cada uno de nosotros tiene la capacidad de crear sus propias historias y moldear su propia realidad con el poder de nuestra conciencia.
He aquí tres consejos para dar forma a tu realidad y tomar las riendas de tu vida:
La verdad es que la gran mayoría de las situaciones que nos causan ansiedad, estrés, frustración o hasta tristeza son momentos fugaces que tienen poca trascendencia en el gran esquema de nuestras vidas. Pero es fácil quedarse estancado en el momento y perder de vista el panorama completo. Alguien que se nos atraviesa en el tráfico o una discusión que tenemos con nuestro jefe puede ser suficiente para arruinar nuestro día o incluso nuestra semana.
Si algo genera una reacción en ti, trata de determinar qué puedes aprender de ello. ¿Cuál es la oportunidad? Encuentra y explora por qué estas cosas son parte de tu realidad. A través de nuestro estudio y práctica, podemos alcanzar un estado en el que no vemos casi nada como negativo. De hecho, una de las formas más claras de monitorear tu desarrollo espiritual es evaluar si algo que normalmente te habría molestado en el pasado no tiene ese efecto en ti hoy en día.
La sabiduría de la Kabbalah enseña que nuestras almas son ilimitadas, lo que significa que tenemos un potencial infinito de forma innata dentro de nosotros. Sin embargo, solemos perder esto de vista y nos imponemos limitaciones. Podríamos llegar a dudar de lo que somos capaces de lograr o podríamos pensar que hemos terminado de crecer y nos hemos arraigado en nuestros hábitos.
Nunca dejamos de crecer si nos comprometemos con ello. Incluso cuando pienses que has hecho todo lo que estabas destinado a hacer, pregúntate cómo puedes expandirte todavía más y hacer más en esta vida. Libérate de las limitaciones. Ten presente que vivir una “buena vida” ni siquiera se acerca a lo que tu alma está destinada a hacer en este mundo. Solo cuando pensamos de esta manera de forma consistente, el potencial de lo que estamos destinados a ser puede convertirse en una realidad.
A menudo permitimos que demasiadas personas nos influyan en función de sus dudas, miedos y opiniones hasta el punto de que a veces perdemos la capacidad de escuchar nuestra propia voz. Tu alma sabe lo que necesitas. Tu verdad viene de adentro y no se basa en el juicio de los demás. Tú eres el único que sabe plenamente lo que sientes o experimentas.
Cuanto más entras en contacto contigo mismo, más aprendes a confiar en ti mismo para tomar las decisiones correctas. Y cuando cometes errores, eres capaz de tener una conversación contigo mismo y aprender de ellos.
Es importante estar abierto a los puntos de vista y opiniones de otras personas, pero no desde un lugar de necesidad de aprobación. Al fin y al cabo, tú eres la persona que tiene que vivir con las consecuencias de tus decisiones. La importancia de la vida es permitir que nuestras almas expresen su Luz y aporten bondad al mundo y a los demás. Asegúrate de expresar tu alma al máximo.
El 99 % de nuestra experiencia de vida se basa en nuestra conciencia. El propósito de nuestro trabajo espiritual es elevar nuestra conciencia a fin de cambiar la forma en que vemos y experimentamos la vida. Al redefinir constantemente las experiencias negativas, reconocer tu potencial ilimitado y esforzarte por expresar tu alma de forma auténtica, puedes experimentar una vida completamente diferente de la que experimentarías de otra manera. Tienes el poder de tomar el crayón y colorear tu propia realidad.