A lo largo de todo el día somos bombardeados con mensajes negativos, desde las noticias y las redes sociales hasta la gente malhumorada con la que lidiamos en el trabajo. No siempre es fácil mantener una mentalidad positiva cuando constantemente nos dicen que deberíamos estar temerosos, enojados o alterados. Sin embargo, los kabbalistas dicen que una persona justa es alguien que ve la Luz en todo. ¿Cómo podemos alcanzar ese nivel?
"Puede que no siempre veamos la mano del Creador en todo, pero podemos estar seguros de que está presente.".
No es una tarea fácil y requiere el trabajo de toda una vida, pero cada día podemos dar pasos pequeños para lograrlo. He aquí cinco maneras de comenzar a ver lo bueno en todo y en todos:
1. Considera los obstáculos como oportunidades para crecer.
Tener verdadera certeza en el Creador significa saber que cada dificultad que enfrentamos está diseñada específicamente para ayudarnos a crecer. Es difícil recordar esto en los momentos en los que las cosas parecen salir mal, pero si tan solo hacemos una pausa y nos enfocamos en el hecho de que incluso nuestras dificultades provienen del Creador, podríamos cambiar nuestra percepción. Los problemas que enfrentamos no están destinados a herirnos, sino a darnos un impulso en la dirección correcta. Puede que sean dolorosos al principio, pero podemos estar seguros de que están enseñándonos lecciones valiosas y transformándonos en mejores versiones de nuestro ser. Puede que no siempre veamos la mano del Creador en todo, pero podemos estar seguros de que está presente.
2. Entender que hay un panorama más amplio.
Cuando algo sale mal, solemos ver ese suceso de forma aislada y olvidamos que es parte de la amplia película de nuestra vida. ¿Cuántas veces ha ocurrido algo que pensabas que era lo peor del mundo, solo para darte cuenta de que te llevó a algo mejor de lo que podrías haber imaginado? Por ejemplo, pasar por el rompimiento de una relación puede ser doloroso, ¡pero también puede ser lo que te conduzca a tu alma gemela!
3. Recuerda que los pensamientos negativos son el verdadero desafío.
Cuando surgen las dificultades, tendemos a culpar a otra persona, a nuestro entorno o incluso a nuestra mala suerte. Pero si nuestro trabajo espiritual es mantenernos positivos ante la adversidad, entonces el obstáculo más grande que enfrentamos son nuestros pensamientos negativos. Cuanto más entendamos esto, más podremos transformar la manera en la que pensamos al apartar nuestros pensamientos negativos. La próxima vez que tengas pensamientos de temor, rabia, estrés o tristeza, recuerda que ellos son el verdadero enemigo, ¡no las circunstancias que los provocaron!
4. Deshazte de tus apegos.
Nos enojamos cuando las cosas no salen como queremos porque nos apegamos demasiado nuestra la idea de cómo deberían ser las cosas. Pensamos que sabemos cuándo y dónde deberían ocurrir las cosas y cómo se debería comportar la gente. No obstante, olvidamos que no somos los únicos al mando y que en realidad no sabemos qué es lo que más conviene. Ese honor le pertenece solamente al Creador. Por ejemplo, si planificaste meticulosamente unas vacaciones en la playa y luego llueve toda la semana, puedes decidir ver ese viaje como un fracaso total o considerarlo como la manera en la que el Creador destinó que fuera. ¿Quién sabe? Quizá es la oportunidad perfecta para leer un libro, estudiar el Zóhar o simplemente pasar tiempo en casa mejorando los vínculos con tus amigos.
5. Pide ayuda al Creador.
Tener una perspectiva positiva constantemente no es algo que podamos lograr por cuenta propia. Necesitamos la asistencia del Creador. Cuando le pedimos al Creador que nos ayude a transformarnos, Él nos escucha. Esta es una parte importante de nuestra rutina diaria que solemos olvidar o dar por sentado. El Creador siempre está con nosotros.
Usualmente en nuestro trabajo espiritual nos enfocamos en nuestras acciones de compartir y nuestra bondad. Y si bien son importantes, los kabbalistas enfatizan que tener una mentalidad positiva es todavía más vital para nuestra transformación. No es una labor fácil, pero con los consejos anteriores y la ayuda del Creador, podemos comenzar a ver y sentir la Luz en todo.