Estar enfermo o lesionado nunca es divertido. Es doloroso, incómodo y a menudo nos impide hacer las cosas que nos gustan. Pero la recuperación física también puede ser un momento poderoso de crecimiento y transformación.
Con frecuencia estamos más presentes mentalmente cuando tenemos dolor e incomodidad. Esto a veces puede llevarnos a tener la abrumadora sensación de que nos estamos perdiendo la vida. Por otro lado, podemos usar este momento para conectarnos con nuestra alma, nuestro verdadero ser, y determinar nuestras intenciones de hacia dónde queremos ir.
He aquí tres consejos para mantenerte positivo en momentos de sanación:
1. Ten la certeza de que es aquí donde debes a estar.
Es fácil creer que el Creador quiere lo mejor para nosotros cuando estamos transitando buenos tiempos, pero tan pronto como la vida se pone difícil o el resultado no es claro, empezamos a creer que el Creador no podría querer esto para nosotros.
Hay incontables razones espirituales para todo lo que nos sucede, la mayoría de las cuales somos completamente incapaces de ver o comprender. Tener certeza en el universo significa saber que todo lo que llega a tu vida es para ayudarte a desarrollarte, crecer, tener más plenitud y experimentar más bendiciones sin una comprensión lógica del propósito específico de esto. Estás donde tienes que estar en cada momento, incluso cuando las cosas no van de acuerdo con tu plan. Hay un propósito superior más allá de nosotros.
Es muy difícil mantener esta conciencia mientras estás en medio de tiempos difíciles. ¡Se necesita mucha práctica! Prueba mantener esta mentalidad en los momentos más simples, como cuando alguien te hace perder unos minutos de tu tiempo o cuando llegas tarde por culpa del tráfico, y será más fácil hacerlo en los momentos más importantes. Trata de recordar: “Si estoy aquí, es porque mi alma necesita esto ahora mismo. No hay nada mejor que esto para mí. No lo siento así, no es mi decisión, pero despierto la certeza de que es aquí donde necesito estar”.
2. Reformula tu experiencia preguntándote: “¿Qué quiero aprender de esto?”.
Una de las muchas razones por las que enfrentamos desafíos es para impulsarnos hacia un mayor crecimiento y una mayor plenitud. Es saludable sentir curiosidad por las cosas que nos ocurren y buscar la oportunidad en el desafío. Esto requiere que miremos nuestros obstáculos no desde una perspectiva de “¿Por qué a mí?”, sino desde la mentalidad de “¿Qué quiero aprender de esto? ¿Hay algo que debería o podría hacer de forma diferente en el futuro? ¿Cuál es la oportunidad para que yo pueda hacer algo diferente en mi vida a partir de ahora?”.
Los contratiempos son una oportunidad para reiniciar y reevaluar. Aunque nunca podremos conocer todas las complejas razones espirituales de las cosas que nos ocurren, podemos al menos empezar a comprender una fracción de las lecciones que debemos aprender y aprovechar la oportunidad para fijar nuestras intenciones de cara al futuro.
3. Siente tus emociones negativas, pero dales un límite de tiempo.
Cuando intentamos vivir una vida espiritual, es fácil caer en la trampa de creer que tenemos que estar siempre contentos y positivos. ¡Esto en realidad puede llevarnos a sentir exactamente lo contrario! Hay un momento importante para sentir nuestras emociones negativas. Cuando negamos esta parte de nosotros mismos o la menospreciamos, perdemos completamente la oportunidad de transformarla.
Cuando te sientes en tu punto más bajo, no solo hay un propósito para ello, sino que a menudo es el momento más poderoso de tu vida para la transformación y las bendiciones. Según la sabiduría de la Kabbalah, los momentos de tristeza o dolor no son realmente negativos, sino que son la cubierta de una enorme cantidad de bendiciones que están por llegar. La experiencia del dolor es un importante peldaño hacia el crecimiento, la sabiduría y la plenitud.
Reconoce tus sentimientos, pero no pases demasiado tiempo ahogándote en ellos. Tu próxima gran bendición está al otro lado del miedo, la duda o la frustración.
Cuando pasamos por dificultades, ya sea una dolencia física o cualquier otro desafío, podría parecer que nos estamos perdiendo la vida. Pero el descanso y la sanación son su propia forma de productividad. El Creador quiere que estés exactamente donde estás en este momento, incluso si las razones están fuera de tu comprensión. Aprovecha la oportunidad para reevaluar tus prioridades, concentrarte en el crecimiento y abrirte a las bendiciones que están a la vuelta de la esquina.