Albert Einstein consideraba que la intuición era un don sagrado que ayudó a inspirar algunas de sus mejores ideas. Oprah Winfrey afirma haber confiado en la apacible y delicada voz de la intuición toda su vida. Innumerables personas atribuyen a su intuición el haberlas ayudado a encontrar empleos o relaciones, y a tomar decisiones importantes en la vida.
Si bien podríamos considerar la intuición como una corazonada que va en contra de la lógica o la razón, estudios recientes sugieren que el pensamiento intuitivo es una habilidad complementaria que se puede desarrollar y agudizar. Todos tenemos el poder de estar en sintonía con los mensajes que el Universo nos envía y de actuar en consecuencia.
Uno de los niveles más profundos de la intuición se conoce como profecía. Aunque solemos creer que la profecía es algo de tiempos bíblicos, no es una habilidad reservada solo para los profetas. La profecía es un llamado, un sentimiento que es demasiado apremiante para ignorarlo. Proviene de la Luz del Creador, y es clave para vivir una vida feliz, plena y con propósito.
He aquí tres consejos para acceder al poder de la profecía:
La mayoría de las personas suelen considerar su viaje espiritual de una manera casual y errante. Podemos hacer un poco de yoga, meditar, tomar una clase de espiritualidad y, de vez en cuando, trabajar para mejorarnos a nosotros mismos; generalmente cuando nos sentimos inspirados. El problema es que subestimamos cuánto somos capaces de hacer y, a menudo, sentimos que es demasiado difícil hacer el esfuerzo que requiere un viaje espiritual constante, por lo que perdemos el enfoque en la importancia de nuestro trabajo espiritual.
Los sabios kabbalísticos describen nuestra vida como un puente muy estrecho, que nos exige a mantenernos firmes y rectos en nuestro camino espiritual. Cada uno de nosotros tiene un proceso exacto por el que nuestra alma necesita pasar en esta vida. Hay un plan divino para cada uno de nosotros. Permanecer en ese camino es la única manera de realmente lograr aquello que nuestra alma vino a hacer a este mundo. El objetivo no es tan solo ser una persona generalmente espiritual, sino permanecer fiel en ese estrecho puente de la vida.
El primer paso para vivir el propósito de tu alma es saber que es exacto. Al hacerlo, comenzamos a abrirnos a la dirección del Universo, lo que nos permite ser más intuitivos y acceder al poder de la profecía. ¿Cuánta intención y energía has estado dedicando al camino de tu alma?
La intuición nos permite recibir mensajes del Universo sobre la forma en que estamos manejando nuestra vida, pero, a veces, esos mensajes son difíciles de escuchar. Pueden implicar que reevaluemos nuestro comportamiento o que hagamos cambios importantes en la vida. Con frecuencia nos volvemos adictos a la aprobación externa de otras personas, buscamos su consentimiento y orientación hasta el punto que puede ser un desafío y hasta aterrador dejar de depender de otros para guiar nuestra vida. El don de la profecía no se trata de escuchar mensajes que nos hagan sentir cómodos y seguros de nosotros mismos, sino de recibir los mensajes importantes que nuestra alma necesita a fin de convertirnos en la persona que necesitamos llegar a ser.
La Luz del Creador nos envía mensajes todo el tiempo y conspira constantemente a nuestro favor, pero a menos que estemos abiertos a eso, conscientes de ello y escuchando, lo vamos a perder. Si quieres llegar al nivel en el que puedas escuchar los mensajes y sentirte llamado a hacer lo que debes hacer, desarrolla tu deseo por cosas que podrían ser incómodas de escuchar. Recuerda que así es como creces y encuentras el propósito de tu alma.
¿Con qué frecuencia recibes un mensaje del Universo? ¿Es una vez al año, una vez al mes, una vez a la semana, una vez al día? La realidad es que por cada paso que das, hay un mensaje; incluso en algo que parece trivial. Los mensajes no solo llegan todo el tiempo en todas las áreas para todas las cosas, sino que estar en sintonía con estos mensajes es una parte necesaria de nuestro desarrollo como seres humanos. Cuanto más busques los mensajes, más los encontrarás.
Una forma poderosa de medir tu progreso espiritual es evaluar si estás más en sintonía y si recibes más mensajes hoy que ayer, el mes pasado y el año pasado. No es suficiente saber que los mensajes están ahí, hay que prestarles atención. La profecía vendrá cuando de verdad comiences a escuchar.
La profecía no siempre es un pensamiento consciente, es un despertar interno de inspiración. Al seguir estos tres pasos, puedes abrirte a la inspiración divina y comenzar a vivir el verdadero plan de tu vida. Es una habilidad necesaria que todos necesitamos desarrollar a fin de seguir el estrecho camino de nuestra alma y hallar la verdadera plenitud. El regalo que tenemos es que el Universo está conspirando para ayudarnos. Solo tenemos que prestar atención a los mensajes correctos.