Nuestras almas son chispas del Creador, la fuerza más poderosa del Universo. Debido a que estamos conectados a esa fuerza creativa, tenemos ese mismo poder ilimitado en nuestro interior. ¡Somos capaces de logros mucho más grandes de lo que podemos imaginar! Aprender a acceder a ese poder es clave para tener una vida próspera y plena, y para revelar el propósito de nuestra alma en este mundo.
He aquí tres consejos para empezar a conectarte con el poder de tu alma:
1. Ten presente que tu alma tiene un potencial ilimitado.
Nuestra alma es ilimitada, pero no siempre lo creemos. Desafortunadamente, ponemos limitaciones a nuestro poder al no creer en nosotros mismos. Nos inhibimos al subestimar lo que podemos lograr.
Para acceder al poder de nuestra alma, primero debemos creer que no tenemos límites. Sin importar lo que hayamos logrado hasta ahora, siempre hay nuevos niveles de lo que podemos lograr. No solo somos capaces de alcanzar la grandeza, sino que también es una parte necesaria del propósito de nuestra alma en este mundo. Estás en este mundo físico para expresar el poder de tu alma.
Dedica tiempo para reflexionar cada día sobre el hecho de que estás conectado con el Creador y tienes una fuente de poder ilimitada dentro de ti. No necesitas saber cómo es tu potencial para confiar en que es infinitamente mayor de lo que puedes imaginar en este momento. Al hacerlo, te abrirás a las poderosas posibilidades de lo que puedes llegar a ser.
2. Esfuérzate por expresar auténticamente tu Luz única.
Cada uno de nosotros tiene una Luz única en su interior que estamos destinados a revelar. Esto significa que tienes un propósito especial en este mundo, diferente al de cualquier otra persona. Cuanto más tratas de ocultar o cambiar partes de ti mismo para ser como otras personas, más escondes la Luz que el mundo necesita con urgencia.
Vivir auténticamente puede ser atemorizante porque nos hace sentir vulnerables. Con demasiada frecuencia, nos reprimimos porque nos preocupa cómo nos verán los demás. La verdad es que nunca tendrás la aceptación de todos todo el tiempo. La gente naturalmente te juzgará y te malinterpretará, en especial cuando vives alineado con tu alma. Lo que más importa es lo que tú piensas de ti mismo. ¿Estás contento contigo mismo y con la forma en que vives?
Practica abrirte de formas que puedan parecer atemorizantes. Esfuérzate por salir de tu comodidad. Preocúpate menos por lo que piensen los demás y más por cómo puedes expresarte de manera auténtica.
3. Considera cómo lo que ves como tus “defectos” podrían ser, de hecho, tus mayores fortalezas.
Solemos pensar que tenemos rasgos “buenos” y “malos”, pero a menudo no consideramos que ambas clasificaciones son necesarias y se alimentan mutuamente. ¿Qué sucedería si todas las cosas que pensamos que están mal con nosotros están ahí por una razón? Nuestras mayores debilidades pueden ser en realidad nuestros superpoderes. Estar desenfocado puede significar que eres mejor pasando de un proyecto a otro, o ser un procrastinador puede significar que trabajas bien bajo presión.
Encuentra aquello de lo que te sientes más inseguro o que consideras tu limitación, y contempla cómo podría ser tu superpoder. Tienes dones únicos que te permiten tener una perspectiva y un camino de vida diferentes a los de cualquier otra persona en el planeta. Comienza a ver tus diferencias como tu propósito.
Nuestra alma es más poderosa de lo que podemos concebir, pero nosotros ponemos límites a nuestro poder cuando lo negamos, lo descartamos o tratamos de ocultarlo. Ten presente que tienes una Luz única que es diferente a la de cualquier otra persona. Es poderosa e ilimitada, y es algo que el mundo está esperando. Solo tú pueden revelar tu Luz al mundo. Cree en ti mismo. Tus fortalezas y tus debilidades son parte del maravilloso regalo que el mundo necesita, un regalo que solo tú puedes dar.
