La reencarnación es la creencia de que nuestra alma experimenta más de una vida y que renacemos en cuerpos nuevos cuando morimos. Este proceso permite que nuestra alma continúe su viaje de crecimiento a lo largo de múltiples vidas, incluso si no podemos recordar todo lo que nos ha sucedido en encarnaciones pasadas. Entender el concepto de la reencarnación puede enseñarnos importantes lecciones espirituales que influyen en la forma en que vivimos hoy en día.
He aquí tres lecciones sobre la reencarnación:
La sabiduría de la Kabbalah enseña que nuestra alma tiene una Luz única que revelar en el mundo, un trabajo que solo nosotros podemos hacer. Revelar esta Luz es algo que nos desafía e implica que nos transformemos de maneras que a menudo son incómodas. Es por eso que generalmente no terminamos nuestro trabajo en una sola vida. Es una tarea que llevamos con nosotros a través de cada encarnación hasta que finalmente (con suerte) completamos la transformación.
Aunque no recordemos lo que nos sucedió en nuestras vidas pasadas, nuestra alma lo recuerda. Las cosas que más nos cuestan son a menudo una indicación de las áreas ligadas al propósito de nuestra alma. No estamos destinados a ser perfectos, pero podemos hacer un progreso significativo en esta vida al hacer frente a estas áreas y salir de nuestra comodidad, particularmente en áreas que implican ser bondosos con otras personas.
Tu propósito es único y, por lo tanto, lo que es progreso para ti es distinto al recorrido de cualquier otra persona. Esta es la razón por la que no hay dos vidas idénticas. Evita comparar tu viaje con el de otra persona. Lo que es fácil para otro puede ser muy difícil para ti y viceversa, debido al trabajo único que estás destinado a hacer. Ten presente que tu alma tiene un trabajo importante que hacer. Esfuérzate por crecer de maneras que podrían ser incómodas al principio, sabiendo que estás progresando hacia la revelación de tu Luz única en el mundo.
Cuando reencarnamos, no estamos solos en el viaje. Los amigos, familiares, conocidos e incluso desconocidos que encuentres en esta vida son probablemente encarnaciones de personas con las que has compartido vidas pasadas. Alguien que fue tu amigo en una vida pasada ahora podría ser tu hijo en esta vida, o tu jefe podría haber sido tu padre en una encarnación diferente. Esto puede explicar por qué a veces tenemos una fuerte reacción positiva o negativa la primera vez que conocemos a alguien.
Tus relaciones en esta vida podrían parecer diferentes a las encarnaciones anteriores, pero hay una razón para la presencia de cada individuo en tu vida. Es posible que tengas deudas espirituales con estas personas, o algo que debes aprender de ellas o enseñarles. El Universo está trabajando todo el tiempo para asegurarse de que conozcamos a las personas adecuadas que nos ayuden en nuestra transformación espiritual.
Esta comprensión puede darnos una perspectiva diferente sobre otras personas, en especial aquellas que nos alteran. Piensa en las personas en tu vida en este momento. ¿Cómo te desafían a crecer? ¿Cómo puedes apoyarlas más de un modo que sea transformador para ti?
Una vez que reconocemos que hay un sistema perfectamente diseñado en el Universo, podemos comenzar a entender que hay miles de razones espirituales por las que nos sucede algo positivo o negativo. Tenemos deudas espirituales y trabajos inconclusos de los que ni siquiera somos conscientes. A veces, las cosas que consideramos negativas en un momento determinado terminan siendo la mayor bendición que nos impulsó a una nueva área a la que nunca habríamos ido de otra manera.
Nunca sabremos completamente todas las razones por las que algo sucede, pero podemos tener la certeza de que todo lo que ocurre es para el beneficio de nuestra alma. Este mundo está diseñado perfectamente para ayudarnos a crecer de la manera que necesitamos. No tienes que conocer la historia de tus vidas pasadas para comenzar a crear el cambio que tu alma necesita en esta.
La reencarnación nos muestra que hay una razón por la que existimos en este mundo. De hecho, tenemos un trabajo muy importante que hacer: revelar la Luz única de nuestra alma. Nos recuerda que lo que hacemos con nuestra vida importa, y que es primordial que nos esforcemos constantemente por convertirnos en mejores versiones de nosotros mismos. Nos muestra que las personas en nuestra vida no están por casualidad: nuestras relaciones son motivadores importantes del cambio. Y refuerza que hay razones espirituales para todo lo que pasamos. La reencarnación no es solo el estudio de vidas pasadas, sino también la comprensión de cómo vivir hoy.