Las relaciones pueden ser una fuente de alegría, amor y bendiciones en nuestra vida, pero también pueden ser trabajo duro. Puede ser difícil transitar los obstáculos de una relación y conocer las áreas que necesitan más atención. Por suerte, hay varias formas de evaluar si una relación va en la dirección correcta o si sufre de problemas fundamentales.
He aquí cinco señales de una relación saludable:
1. Se desean cosas buenas mutuamente.
El verdadero amor se define por el deseo de que otra persona tenga bondades y bendiciones en su vida. No depende de recibir algo a cambio. El amor incondicional significa querer lo mejor para la otra persona, sin importar cómo te afecte o si recibes algo. Significa amar a alguien simplemente porque existe.
Cuando ambas personas sienten esto por una por la otra, se crea una base sólida para la relación. Deja poco espacio para los celos o el resentimiento. Si no deseas la alegría y las bendiciones para la otra persona en todo momento, pregúntate por qué. Trabaja para que la felicidad de tu pareja sea una prioridad.
2. Se enfocan más en lo que pueden dar uno al otro en lugar de lo que pueden recibir.
La mayoría de las personas en una relación piensan en lo que pueden recibir o en cómo les hace sentir. Aunque es importante tener a alguien que te haga sentir feliz, seguro y amado, se necesita más que eso para que una relación crezca y dure. Una de las enseñanzas espirituales fundamentales es que compartir altruistamente es primordial para la transformación. Esto es cierto no solo para el crecimiento personal, sino también para que una relación prospere.
En algún momento de la relación, debe producirse un cambio en el que ambas personas hagan del dar una prioridad. El énfasis tiene que cambiar de recibir a compartir. Es una decisión consciente que se toma una y otra vez. Pregúntate: “¿En qué medida está implicada mi naturaleza dadora en esta relación?”. Cuanto más compartan el uno con el otro, más fuerte será el vínculo y más bendiciones atraerán a su relación.
3. Ambos se apoyan de las formas que la otra persona necesita.
¿Qué hace que dos personas sean compatibles? Normalmente pensamos en cosas como intereses similares o tipos de personalidad. Tal vez les guste ir de excursión, les gusten las mismas películas o tengan el mismo sentido del humor. Esos rasgos son importantes y divertidos, pero la verdadera compatibilidad se reduce a cómo las personas se apoyan mutuamente en los momentos más difíciles.
A menudo apoyamos a las personas de la manera que creemos que necesitan. A veces no las vemos, ni las escuchamos, ni nos preguntamos cómo necesitan realmente que las cuidemos. Sé como un detective que intenta descubrir las formas en que tu pareja te necesita, aunque no se verbalicen directamente. Ten curiosidad por encontrar nuevas formas de apoyarla.
4. Se ofrecen comentarios sinceros sin juzgarse.
Una de las grandes bendiciones de una relación sana es tener a alguien que te conoce con todos tus defectos, con lo bueno y malo, y que puede darte una retroalimentación sin juzgarte. No importa lo increíbles que seamos, todos necesitamos ayuda para cambiar y convertirnos en una persona todavía mejor. A menudo no vemos nuestros propios puntos ciegos, y las partes de nosotros que más necesitan cambiar suelen ser aquellas a las que más nos cerramos a escuchar comentarios.
Las relaciones deben ser un proyecto de crecimiento individual y colectivo. La transformación no puede ocurrir sin la apertura y el deseo de escuchar las cosas a las que estamos ciegos. Trabajen en ser vulnerables y abiertos uno con el otro.
5. Tienen desacuerdos conscientes y constructivos.
Una de las mayores oportunidades para profundizar y fortalecer una relación es cuando hay un desacuerdo. Si bien puede parecer que discutir es una señal de problemas en una relación, en realidad es importante que las parejas se peleen. Es vital apasionarse y preocuparse lo suficiente como para tener conversaciones que son necesarias. No discutir nunca significa que no hay suficiente cariño o que hay un desequilibrio mayor en la relación. Cuando las personas se muerden la lengua y no hablan de lo que es importante para ellas, se genera resentimiento.
Pelear no tiene por qué significar gritar o decir cosas hirientes. Trabajen en tener desacuerdos de forma consciente y constructiva. Acuerden de antemano un estilo de discusión. Conversen sobre los límites que no se deben cruzar. Durante una pelea, intenta permanecer lo suficientemente abierto como para ver el punto de vista de tu pareja. Si sientes que estás demasiado sensible, espera a tener la discusión hasta que estés menos reactivo. Después de una pelea, asegúrense de hablar sobre lo que fue hiriente o útil de la conversación.
Una pelea exitosa significa que ambos terminan sintiéndose escuchados y comprendidos. No se trata de ganar. La última vez que se pelearon, ¿tu o tu pareja se sintieron escuchados? Cuando haces una retrospectiva, ¿ves las peleas como momentos en los que tu amor y tu vulnerabilidad crecieron?
Las relaciones requieren mucho trabajo. Puede que no sea fácil, pero vale la pena si realmente se quieren y desean cultivar una relación duradera y saludable. Concéntrate en la felicidad de tu pareja, en compartir más con ella, en apoyarla del modo en que lo necesita, en ser abierto y sincero, y en encontrar formas constructivas de estar en desacuerdo. Cuando ambas personas se unen y ponen su energía en sus comportamientos, se crea una base sólida que puede soportar cualquier tormenta.