La energía de esta semana está diseñada para ayudarnos a mejorar nuestro nivel de humildad.
De acuerdo con los kabbalistas, la humildad no es sólo una buena cualidad, es de hecho la base de todo nuestro trabajo espiritual.
Puede que pensemos que el orgullo es sólo simple arrogancia, pero la Líder Espiritual del Centro de Kabbalah, Karen Berg, señala que el orgullo es pensar que nuestras habilidades son el producto de nuestra propia genialidad. La humildad, por otra parte, es saber que el Creador es la fuente de todo y es esencial en cualquier acción que emprendamos.
Un ejemplo perfecto de humildad es el personaje bíblico Yosef el Justo. Todos pasamos por desafíos e infortunio, pero la pregunta es ¿cuánta humildad podemos mantener en esos momentos? Como veremos, la humildad es la clave para transformar esos momentos de oscuridad en Luz.
Yosef, uno de los 12 hijos de Yaakov el Patriarca, fue vendido como esclavo por sus hermanos, ¡sin ninguna razón válida! Luego fue arrojado a un calabozo por un crimen que no cometió. El Zóhar explica que tan pronto como Yosef pudo interpretar con éxito los sueños del Faraón (el gobernante de Egipto en aquella época), fue liberado inmediatamente del calabozo. En un minuto estaba sufriendo sentado en lo que probablemente era un piso de roca oscura, húmeda y fría, y al siguiente estaba limpio, arreglado y parado al lado del Faraón, en su palacio, asumiendo el cargo de segundo gobernante de Egipto. ¡Una gran transformación!
La porción del Zóhar de Mikets, en el párrafo 41 dice:
La expresión: vayritsuhu (“y lo restituyó”) está escrito sin la letra Vav PARA INDICAR QUE ES SINGULAR EN VEZ DE PLURAL. ¿Quién lo RESTITUYÓ DE LA MAZMORRA? El Santísimo, bendito sea Él, porque no hay nadie más que aprisione y libere a las gentes de la prisión (…) Por lo tanto, está escrito: “y lo restituyó de la mazmorra”, ESTO ES: EL SANTÍSIMO BENDITO SEA ÉL, LO RESTITUYÓ DE LA MAZMORRA.
Yosef tenía el nivel de humildad para saber que el Creador lo había puesto en la prisión y también sabía que el Creador necesitaba desesperadamente sacarlo de allí. ¡Por ello Yosef fue propulsado de la oscuridad hacia la Luz en un parpadeo!
Esta semana obtenemos la fortaleza para saber que si tenemos humildad siempre existirá la posibilidad de que el más grande desafío que enfrentemos pueda cambiar en un parpadeo.
Existe una hermosa parábola en la que un ministro le pide a un doctor que fue encarcelado injustamente que lleve registro de la condición de cada prisionero. El ministro regresa después de varios meses para verificar que el doctor aún esté “apto para la tarea”, ¡y se sorprendió de verlo tan radiante y feliz estando en la prisión! El ministro le preguntó al doctor su secreto y este respondió: “He creado una medicina especial que tomo todos los días…”.
La medicina está formulada con los siguientes ingredientes:
· Confiar en la Luz.
· Saber que soy la causa de mi realidad, así que no hay necesidad de quejarse.
· Saber que la Luz me da desafíos para ayudarme a crecer y limpiar mi negatividad.
· Saber que existen infortunios incluso más grandes que el mío.
· Saber que la ayuda del Creador puede venir en un parpadeo.
En el estudio de las Diez Emanaciones Luminosas, Rav Áshlag, el Maestro Kabbalista que fundó el Centro de Kabbalah en 1922, enseña que la oscuridad viene antes de las grandes revelaciones. Esta oscuridad nos permite crear la vasija para la gran Luz que ha sido preparada para nosotros. Si pedimos que el desafío (que crea la vasija perfecta) se detenga en la mitad del proceso, recibiremos menos Luz de la que estábamos destinados a recibir después de que la oscuridad acabase.
Por un lado, tenemos que saber que el proceso es necesario, ¡pero también debemos recordar que la transformación puede ocurrir de forma inmediata cuando estemos listos!
Esta semana podemos trabajar en tener la certeza para saber que si sentimos oscuridad o juicio, una gran revelación debe estar por ocurrir. Trabajemos también en cultivar la humildad para permitir que dicha revelación ocurra “en un parpadeo”.