En la porción de Kóraj, un grupo liderado por Kóraj se sublevó contra Moshé, Aharón y el Creador. Ya antes hemos dicho que Kóraj no fue una mala persona; de hecho, era muy elevado espiritualmente. El mensaje que daba era importante, uno del que necesitamos aprender… pero sin cometer el mismo error que él cometió.
Había diferentes grupos de personas en el desierto. Aquellos que se consideraba que eran más cercanos a la Luz del Creador y los israelitas que estaban en los campos exteriores, lo que significaba que su conexión con la Luz del Creador estaba reducida. Kóraj les dice a los israelitas que así no debe ser. Ellos no debían estar en la parte exterior, ni tener una conexión disminuida con la Luz del Creador; debían querer estar donde Moshé y Aharón estaban. Él les dice a los israelitas que ellos estaban equivocados si creían que debían quedarse como Moshé lo había establecido.
Kóraj les da un verdadero mensaje a los israelitas: no se conformen. Moshé, dice Kóraj, es quien está más conectado con la Luz del Creador y ellos no estaban destinados a conformarse con eso.
Y tenemos que entender que la razón por la que el Creador sólo le permitió a Moshé y a Aharón ser los más cercanos a la Luz no era porque sólo era para ellos, sino para todos. Kóraj les dice a los israelitas que la razón por la que no están allí es porque están satisfechos y, en consecuencia, no tienen suficiente deseo.
Tiene que haber deseo. Los israelitas tenían que despertar el deseo de estar donde Moshé y Aharón estaban. La única razón por la que había cualquier clase de separación entre ellos y la Luz del Creador, entre ellos y donde estaba Moshé, era para despertar un verdadero deseo de estar cerca, como Moshé lo estaba.
Así pues, ¿qué dice Kóraj que el Creador quiere de nosotros? El Creador quiere que deseemos y que hagamos todo lo que podamos para que lleguemos al espacio más interno, lleguemos al trabajo de Moshé, lleguemos al trabajo de Aharón. Y si podemos despertar ese deseo, estaremos más cerca de la Luz del Creador. Este es el mensaje de Kóraj que quizá es una de las enseñanzas espirituales más importantes, porque lo que ocurrió en el desierto en este momento —y ahora entendemos la belleza de Kóraj— fue que todos estaban conformes. Moshé y Aharón estaban cerca del Creador. Los levitas y otros grupos estaban un poco más lejos. Y los israelitas, el último grupo, estaban aún más lejos de la Luz del Creador. Y todos estaban conformes porque creían que así lo había establecido el Creador.
Pero Kóraj les explica que la única razón por la que hay separación entre ellos y la Luz del Creador es porque el Creador quiere que despierten el deseo de estar donde están Moshé y Aharón. Por lo tanto, Kóraj les dice a todos los israelitas que no se conformen. Y este es el mensaje que debemos querer recibir de Kóraj en este Shabat. Si hay separación entre nosotros y la Luz del Creador, nunca podemos estar conformes porque la única razón por la que existe la separación es para despertar un deseo de eliminarla, y eso es lo que Kóraj les dice a los líderes y a todos los israelitas.
Una de las conexiones más importantes que una persona puede tener es el deseo de una conexión más fuerte, aunque no pueda conseguirla o no la merezca. La conexión más elevada que una persona puede tener es cuando desea algo que no está a su nivel, algo que está más allá de donde la persona está. Y aunque el Creador pueda decir: “No, no es para ti”, ese deseo insatisfecho eleva al individuo.
El Zóhar dice que las olas del océano no pertenecen a los cielos, pero están intentando llegar allí, y el Creador las regresa. Eso es lo que da al océano su energía. Lo que le da al océano su vida es ese deseo insatisfecho del agua y las olas para elevarse al Creador y su incapacidad de llegar a Él. Aunque el Creador las regrese, ese deseo mismo les da Luz.
Esta es la enseñanza de Kóraj. Les dijo a los israelitas que tenían que despertar este deseo y decir: “Quiero estar donde está Moshé. Quiero estar donde está Aharón”. Pero tiene que ser un deseo, no una acción, y ese fue el error de Kóraj. Si nos damos cuenta de que aún no estamos en el nivel en el que deseamos estar, no forcemos a que suceda o actuemos con base en este.
Sólo debemos continuar deseando. No intentes hacer lo que Kóraj hizo de apartar a Moshé y decir: “Tomaré tu lugar”. Tal como dice el Zóhar: No es tu lugar; continúa deseando, pero no provoques discusiones con Moshé sobre eso. Ese fue su error.
Una persona que tiene deseo de saber más, ser más y hacer más está en uno de los lugares espirituales más importantes en los que se puede estar. El Zóhar nos dice que el estado espiritual más importante en el que podemos estar es en el que vemos cualquier oscuridad y carencia, y decimos: “Quiero más”. Tal y como dijimos, la única razón por la que vivimos carencia y la separación que sentimos de la Luz del Creador es para despertar en nosotros el deseo de conexión y acercamiento.
Cuando el Creador ve que nos falta deseo, nos da alguna carencia como regalo. Debido a que el propósito de esa carencia es que nos demos cuenta de que no tenemos suficiente deseo y no estamos motivándonos lo suficiente. Cuando entendemos eso, de la carencia y el dolor, nos motivamos. Al final, queremos llegar a un estado en el que no necesitemos dolor o carencia para realmente motivarnos.
En este Shabat podemos recibir este hermoso regalo: el mayor despertar de nuestro deseo de estar en un lugar en el que no estamos. Ver a alguien que es más espiritual y elevado que nosotros, alguien que está más conectado que nosotros, y decir: “Allí quiero estar”, para, de ese modo, despertar ese deseo. Cuando el Creador ve que el deseo está presente, puede que no lleguemos a ese lugar, pero obtendremos esa Luz.