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Inyectar conciencia de compartir

David Wende
Diciembre 24, 2013
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Hay una historia en la Biblia en la que Moisés y Aarón se presentaron ante el faraón para realizar milagros para sacar a los israelitas de Egipto. El primer milagro que realizaron fue convertir la vara de Aarón en una culebra. El faraón, no tan sorprendido, llamó a sus hechiceros e hicieron lo mismo, luego la vara de Aarón devoró las varas de los hechiceros.

¡Espera! ¿La vara de Aarón devoró las de los hechiceros? ¡Eso no tiene sentido! ¿Acaso es un error? ¿La Biblia fue malinterpretada en esta parte?

No, de hecho, en Éxodo 7:12 dice: …mas la vara de Aarón devoró las varas de ellos. ¿No debería decir que la culebra de Aarón devoró las culebras de ellos? ¿Será que está dicho de manera metafórica?

Así es como usualmente lo interpreta el mundo. Hasta en la película de Dreamworks “El príncipe de Egipto” se ve a una culebra devorando a otras dos (minuto 56:35). Ahora todo parece tener sentido.

Sin embargo, ¡el Zóhar dice que no! En la porción de Vaerá del Zóhar 15:118 está escrito:

…El reino del faraón comienza con el origen de la culebra, ESPECÍFICAMENTE DEL LADO IZQUIERDO. Luego, CUANDO VIERON LA TRANSFORMACIÓN DE LA VARA DE AARÓN EN CULEBRA, todos los hechiceros se alegraron porque era el inicio de la sabiduría de sus serpientes. Inmediatamente la vara de Aarón volvió a ser una vara seca de madera y devoró las de ellos.

Entonces, de verdad una vara seca de madera las devoró. ¿Qué significa eso? ¿Por qué es tan importante como para mencionarlo?

Profundicemos en la belleza de la Kabbalah, descifremos y aprendamos lo que realmente significa y la relevancia en nuestro día a día. Démonos cuenta del tesoro que poseemos por el hecho de tener acceso a la sabiduría de la Kabbalah, el Zóhar y las enseñanzas del Rav Berg.

Rav Berg dice que lo que ocurrió fue mente sobre materia. Cuando estamos en una “conciencia de compartir”, pensando primero en los demás y luchando contra el Deseo de recibir para sí mismo, podemos devorar el caos. Si recordamos la historia del pecado de Adán, la culebra suele representar el caos y el caos no puede ser eliminado con caos. Si tratamos de eliminar negatividad con negatividad, eso sólo traerá más negatividad. Por eso el Zóhar dice que los hechiceros se alegraron cuando vieron la culebra. Pensaron que Moisés y Aarón tratarían de resolver el hecho como la mayoría de la gente, con caos, venganza, odio y enojo, y que podrían alimentarse de ella y fortalecerse.

En su lugar, la vara de Aarón se convirtió en madera o etz en hebreo, y el Rav Berg dice que esto representa una conciencia de compartir. Para poder devorar caos, necesitamos inyectar conciencia de compartir en cada aspecto de nuestra vida.

Hay una bella historia que ilustra esta idea: Rav Meir Baal HaNes fue un kabbalista que vivió en la misma época que Rav Shimón Bar Yojái, hace unos 2000 años. Un día llegó a unas ruinas donde vivían dos amigos que peleaban el uno con el otro terriblemente. Rav Meir Baal HaNes observó con su visión espiritual cómo la fuerza negativa conocida como el Oponente saltaba entre los dos amigos, les susurraba palabras negativas en los oídos lo que provocaba peleas constantemente. El Oponente estaba sacando una gran cantidad de energía y hasta alegría de esas peleas.

Rav Meir Baal HaNes decidió quedarse con ellos y cada vez que una pelea estaba a punto de estallar, él calmaba a los amigos, les explicaba el malentendido y creaba paz. Después de unos cuantos días, los tres hombres escucharon un estruendo seguido de un anuncio: “Donde sea que esté Rav Baal HaNes, yo no podré estar”. El Oponente se fue y los hombres fueron los mejores amigos nuevamente.

Rav Meir Baal HaNes no luchó contra el oponente directamente, ni gritó “¡No peleen! Están alimentando al Oponente” a los amigos que peleaban. Él usaba palabras de paz y conciliadoras para inyectar conciencia de compartir, inyectando así su conciencia de compartir. Interesantemente, ese es un rasgo de la personalidad por el que Aarón, el sumo sacerdote, era conocido, él era el mediador entre la gente, especialmente entre marido y mujer.

Y fue la vara de Aarón la que devoró las varas de ellos.

Él sólo inyectó conciencia de compartir y Luz.

Sin embargo, si en algún momento se nos hace difícil inyectar conciencia de compartir en una situación, debemos recordar que no sólo tenemos esta sabiduría sino que también tenemos herramientas de apoyo, por ejemplo, los 72 Nombres de Dios, el Agua de Kabbalah, los tours energéticos y, la más importante, ¡el Zóhar!


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