Hay dos nombres para dos tipos de energía: juicio y misericordia. El juicio es la energía de la Columna Izquierda, es el orden en el universo, la causa y el efecto, la energía del Deseo de Recibir. No podemos cambiarla. La misericordia es el infinito, es la energía de la columna derecha, la semilla de la creación que está por encima de la naturaleza, una energía de compartir que se manifiesta en nuestro ser de manera misericordiosa y compasiva, aún si la persona no merece perdón.
Cada uno de nosotros tiene estos dos tipos de energía, juicio y misericordia. Necesitamos aprender a actuar con ambos. No hay una manera absoluta o estándar, pero muchas opciones aparecen frente al individuo si puede trabajar con estos dos tipos de energía. Por ejemplo, si una persona sólo actúa con la energía del juicio y tiene orden en su vida (y parece un robot), el momento en el que ve que la gente se comporta distinto a ella, se separará y limitará su habilidad de trabajar y comprometerse con otros.
Por el contrario, una persona que sólo opera desde la misericordia no limita su habilidad para dar y compartir, no tiene mucha estructura ni límites para sí mismo o para otros, al final siempre termina sin energía y se aprovechan de él. En algún punto esta persona dejará de dar y compartir o se frustrará con los demás y terminará por alejarse.
Por lo tanto, como vemos en ambos casos, ninguno de los dos es el gran método, pero la combinación de las dos energías le da al ser humano un deseo imparable de conquistar cualquier meta. Para ser más específico, conquistar sus propias metas.
En la porción Nóaj del Zóhar, el verso 386 menciona que si alguien tiene control absoluto sobre su mente y pensamientos y, además, tiene grandes emociones, corazón y creencias, completará su misión. Personas como Gandhi y Martin Luther King Jr. produjeron cambios importantes y positivos en el mundo, ellos tenían una meta, estaban claros en lo que querían, tenían fe, confiaban y estaban unidos. Ellos hablaban con el mismo lenguaje espiritual y, al final, obtuvieron lo que buscaban.
Como ya sabemos, cualquiera que sea la negatividad que esté en la raíz también es la semilla de destrucción de eso mismo. Así crece la semilla de destrucción de eso que estás intentando crear. Imagina si tú tienes, como Ghandi y King, un propósito positivo y pueden reunir a unas cuantas personas con un mismo fin, ¿qué tipo de resultado se lograría?
Aun si se trata sólo de tu vida, tu negocio, o si se trata de tu pareja, piensa en unir estos dos nombres. Uno con el orden y estructura absolutos y otro que acepta los errores y necesita más práctica. Veo a mis maestros Rav y Karen Berg, juntos crean una organización indetenible que trabaja por una misión: eliminar el dolor, sufrimiento y muerte presentándole la Kabbalah a los seres humanos. Es algo que puede ayudar a alguien a controlar por completo su mente, emociones y su vida.