Queridos amigos y comunidad:
Es con un gran pesar en el corazón que comparto con ustedes el fallecimiento de mi madre Karen Berg. En el momento del amanecer, en el aniversario de muerte del Vidente de Lublin, mi madre Karen decidió dejar este mundo físico y reunirse con el Rav y todos los tzadikim.
Mientras nos llenan una abrumadora tristeza, dolor y sentimiento de pérdida, también sabemos que ella se encuentra feliz de ser abrazada una vez más por su alma gemela, el Rav, y estar rodeada por todos los tzadikim.
En este momento recuerdo una conversación que tuvimos hace unas semanas y mi madre dijo: "Haré lo posible para estar en este mundo, pero si esto no es posible, he tenido una vida plena y significativa". Creo ella sabía que esas palabras no expresaban la totalidad de lo que ha hecho. Mi madre, Karen, cambió al mundo, dio amor y vida a millones de personas, a su familia, a los jevre, estudiantes y amigos. Nunca podremos pagarle de regreso, pero sé que lo que ella nos ha dado nos apoyará para siempre.
Les agradezco a todos nuestros amigos por su apoyo y amor en este momento.
Con un gran dolor y un mayor amor,
Michael