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Libra: Dejar ir lo que crees que sabes

Michael Berg
Septiembre 22, 2014
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Muchas veces lo que nos causa el mayor dolor en la vida es cuando ocurre algo que no tiene sentido. No ocurrió como lo planeamos, no fue lo que queríamos que pasara, así que nos molestamos.

Durante el segundo día de Rosh Hashaná leemos sobre algo que se llama el Sacrificio de Yitzjak. Los kabbalistas enseñan que hubo diez pruebas para elevar a Avraham al nivel más alto, y el Sacrificio de Yitzjak fue considerado el décimo y el más difícil.

¿Por qué?

Toda la vida de Avraham estaba basada en una sola cosa: en traer al mundo la Luz del Creador, difundir esta sabiduría y entendimiento a la mayor cantidad posible de personas. Sin embargo, él estaba preocupado sobre lo que pasaría después de que dejara este mundo físico; el quería asegurarse de que el trabajo de su vida no acabara con él. El Creador le dijo que no se preocupara, que él tendría un hijo, Yitzjak, y que todo el trabajo que había hecho para traer Luz a este mundo no terminaría con él, sino que continuaría con su hijo.

Así que Avraham pensó que había un plan. Pero luego el Creador le dijo al final de su vida que sacrificara a su hijo. Esto significaría que todo el trabajo de su vida, todo lo que había construido, terminaría con la muerte de Yitzjak. Esta es realmente una prueba súper humana, cuando te dicen que todo alrededor de lo cual tú has construido tu vida va a ser completamente acabado.

Yitzjak no sabe lo que va a pasar, pero Avraham sí. Y Yitzjak está tan feliz de pasar tiempo con su padre, pero Avraham sabe que al final de su caminata de tres días, todo por lo que ha construido su vida será destruido. Pero se dice que la dicha que sintió Yitzjak de realizar un viaje espiritual con su padre al que amaba tanto, era la misma dicha que sintió Avraham. ¿Cómo es posible que Avraham sintiera dicha?

Para muchos de nosotros, cuando pequeñas cosas no ocurren como las planeamos, esto arruina nuestro día, semana o incluso el mes. Y aquí Avraham está viajando, y sabe que al final que cada cosa alrededor de lo cual construyó su vida, será destruida. Y aún así se dice que ambos fueron con el mismo entusiasmo y dicha. Increíble.

¿Cómo llegamos a ese punto? ¿Cómo Avraham llegó a ese punto? Realmente es muy simple. Le damos tanta importancia a lo que Rav Áshlag llama yediá, conocimiento o entendimiento. Vemos una situación y la evaluamos de una cierta manera, y por ende decidimos si es buena o mala, o si debe hacernos feliz o tristes. Pero, ¿cuán poco sabemos verdaderamente?

Pregúntate a ti mismo, si tu vida está basada en yediá, lo que entiendes con tus cinco sentidos, o, y este es el regalo de Rosh Hashaná, ¿puedes alcanzar lo que Rav Áshlag llamó certeza más allá de toda lógica? Ser capaz de estar en una situación en la que todas las indicaciones físicas y tu mente te dicen que esto es lo peor del mundo, pero aún así sigues estando feliz porque sabes que viene del Creador. Aquí es donde Avraham estaba. Él no sabía por qué el Creador le decía que sacrificara a su hijo. Pero el tenía certeza más allá de toda lógica. Y, como sabemos, el Creador termina diciéndole a Avraham que deje ir a Yitzjak, y Avraham sacrifica un carnero.

Todos podemos llegar a ese punto de tener certeza más allá de toda lógica. ¿Cómo comienza esto? En las cosas pequeñas. Cada día nuestra mente nos dice que nos molestemos o que nos sintamos tristes sobre esto y que nos molestemos con esa persona. Vivimos nuestra vida con una tremenda apreciación de lo inteligentes que somos, que entendemos todo y a todos, y tomamos decisiones basados en eso. Yediá, el entendimiento, es primordial en nuestra vida y dirige todo, las emociones y las acciones.

Pero, ¿sabes qué? Va a llegar un punto en tu vida en el que nuestras mentes no serán lo suficientemente inteligentes para resolver todo. Así que hoy puedes tomar la decisión. ¿Deseas vivir tu vida basado en tu conocimiento de los cinco sentidos? ¿O deseas vivir tu vida basado en la Luz del Creador?

Ser capaz de llegar a ese punto de desear tener certeza más allá de toda lógica, y alcanzarla, es un regalo que se nos da en Rosh Hashaná que también es el primer día del mes de Tishrei, Libra. Tienes que tomar la decisión: ¿En qué quieres basar tu vida? ¿Quieres basarla en tu conocimiento, en tu cerebro, y en el entendimiento de tus cinco sentidos? ¿O quieres basarla en la Luz del Creador? Podemos pedir, en Rosh Hashaná, que el Creador nos de la fuerza y la habilidad para llegar al punto de tener siempre certeza más allá de toda lógica, siempre. Y cuando llegues ahí, como Avraham lo hizo, no hay nada nunca nada que pueda molestarte.


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