Jukat significa “estatutos y decretos”. Como estudiantes de Kabbalah, aprendemos que la Biblia no se trata de mandatos que debemos seguir ciegamente, sino de leyes universales de causa y efecto. Necesitamos evitar hacer las cosas sin saber por qué las hacemos, por el contrario, parte de nuestro trabajo es entender qué efecto estamos causando y a quiénes. Los 5 libros de Moshé nos enseñan acerca de nuestra propia vida, el objetivo es usar este conocimiento, aplicarlo a nuestra historia personal y entender su significado más allá de lo que percibimos con nuestros cinco sentidos.
Algunos de los grandes sabios kabbalistas señalan que Jukat es una porción que tiene aspectos difíciles de revelar; significados que no resultan fáciles de comprender.
La porción inicia con una descripción detallada de las reglas del Creador en relación a la ceremonia de la vaca roja, la cual sirve como herramienta de purificación para aquéllos que han estado en contacto con un cuerpo muerto. “Este es el mandato de la ley [Zot jukat ha Torá] que Dios ha ordenado, diciendo, ´Habla con los hijos de Israel para que te traigan una vaca roja sin mancha, sin marca, y sobre la cual nunca haya habido un yugo.” Algunos comentaristas explican que [Zot jukat haTorá] significa “esto es algo que no explicarás”, sin embargo, los kabbalistas nos explican que lo que el Creador le estaba en realidad comunicando a Moshé era “Te daré algo llamado [zot jukat haTorá], que no revelaré a nadie más que a ti”
La pregunta obligada es entonces ¿Cuál es la revelación que el Creador dio a Moshé? De alguna manera ésta contendrá los aspectos esenciales de la porción. Por un lado el proceso de la vaca roja (para adumá), la cual involucra la purificación de la energía negativa de un cuerpo muerto (tumat met), por otro lado, la historia del milagro que generó Moshé al golpear la roca para reponer la pérdida del pozo de Miram.
El Midrash narra que en la porción previa a Jukat, Kóraj y sus aliados se revelaron en contra de Moshé, acusándolo de traición sexual con las esposas de los israelitas, dañando su reputación ante los ojos de su gente. Los kabbalistas nos explican que la revelación que el Creador entregó a Moshé fue una recompensa no sólo por el trabajo espiritual realizado al sacar a los israelitas de Egipto, sino también, por la humillación de Kóraj ante su pueblo.
Moshé recibió del Creador [bila hamavet lanetzaj], la eliminación del dolor, sufrimiento y muerte; el poder de neutralizar la energía negativa de la muerte a través del sacrificio de la vaca roja. No se trata de una transmisión de información sino de conciencia. El Midrash dice que nadie conoce el lugar en donde está enterrado Moshé. El Zóhar explica que esto es porque Moshé nunca fue enterrado. Debido a que tenía la certeza de que la energía de la muerte puede eliminarse, Moshé alcanzó la inmortalidad. Sin embargo, él se rehusó a ser el único de la generación en recibir la conciencia de inmortalidad. Entonces el Creador le dijo que los israelitas tendrían la oportunidad de unirse a él. “Diles que el pozo de Miriam los deja y será reemplazado cuando tú le pidas a una roca que les dé agua. Veremos cuál será su respuesta. Si albergan incluso la más mínima sombra de duda de que las palabras pueden cambiar el curso natural de las cosas, entonces, no están listos para esta conciencia que te he dado”.
El milagro que Moshé generó en la piedra es descrito a detalle en el Midrash. Éste narra que aunque había miles de israelitas cuando esto ocurrió, cada uno se veía a sí mismo como si estuviese solo ante la piedra, sin nadie más alrededor. El Midrash dice que si al menos uno de los presentes hubiera tenido la certeza de que Moshé haría salir agua de la roca, la inmortalidad se habría revelado para ellos como ocurrió con Moshé; pero ninguno la tuvo.
Mientras que la Biblia narra como Moshé fue castigado al no dejarlo entrar a la tierra de Israel por haber golpeado la roca con su bastón, en lugar de hablarle como había instruido el Creador, Rav Áshlag revela que esto no es un castigo, ya que Moshé no cometió ningún error. El Creador y Moshé se dieron cuenta de que los israelitas no estaban listos, por ello el Creador le dijo... “Moshé, tendrás que dejarlos antes de que entren a Israel, y volver en cada generación para ver si están listos para la inmortalidad.”
El Midrash nos dice que el alma de Moshé vuelve en cada generación para ver si estamos listos para recibir el regalo de la inmortalidad. Hasta ahora no hemos estado listos y Moshé se ha marchado para regresar en la siguiente generación. Durante el Shabat de la porción de Jukat necesitamos pedirle al Creador que nos ayude a obtener la fortaleza para eliminar la incertidumbre que nos hace dudar que podemos eliminar el dolor, el sufrimiento y la muerte de este mundo.
Como estudiantes de Kabbalah aprendemos que para poder llegar a ganar la conciencia de inmortalidad, necesitamos primero entender que cualquier carencia, tristeza o enojo es en realidad energía de muerte, tumat met. El Oponente nos engaña de muchas formas para entorpecer nuestro desarrollo espiritual. Nos convence de no esforzarnos en absoluto espiritualmente; nos hace olvidar el verdadero propósito del trabajo, que es conectar con la Luz del Creador; nos ciega ante el hecho de que la única razón por la que experimentamos cualquier tipo de carencia o tristeza es que actuamos con egoísmo. La energía negativa de la muerte, en cualquier aspecto de nuestra vida, surge de sólo una conciencia, el deseo de recibir para sí mismo. Cuando tenemos claridad acerca de esto, entonces podemos empezar a hacer el trabajo de eliminar la tristeza y la limitación de nuestra vida para siempre.