Este artículo sobre la porción de la semana fue escrito en 2017
"El universo nos envía hermosos mensajes, mensajes que provienen de la gente, los ángeles o del mismísimo Creador."
Cada día el universo nos envía hermosos mensajes, mensajes que provienen de la gente, los ángeles o del mismísimo Creador. La capacidad de escucharlos es más una cuestión de espíritu que de anatomía.
Escuchar es una capacidad maravillosa que puede atraer muchas bendiciones a nuestra vida y Luz al mundo. La porción de esta semana, Yitró, que revela los Diez Mandamientos, nos ofrece lecciones sobre escuchar y la energía para ayudarnos a oír y prestar atención.
Según los kabbalistas, los Diez Mandamientos —o, según su traducción literal, los Diez Enunciados— no fueron reglas que Dios le dio al pueblo para que llevara una buena vida, más bien representaban la totalidad de la energía espiritual que trasciende las limitaciones del mundo físico. Y sí, de hecho, la revelación de los Diez Enunciados produjo una sanación total, restauración y eliminación de la muerte de toda la humanidad en aquel momento.
¿Quién era este hombre llamado Yitró, y por qué es homónimo y conducto de una porción tan poderosa?
Yitró fue un jefe madianita, consejero del faraón, el suegro de Moshé y uno de los principales sacerdotes de la oscuridad: maestro de todas las distintas formas de magia. No había ninguna estrella en el cielo cuyo movimiento él no pudiera calcular.
Sin embargo, cuando escuchó hablar de los actos celestiales que fueron realizados por el Creador a favor de la nación de Israel, abandonó su vasto conocimiento y comenzó su búsqueda de la Luz. Al principio, Moshé dudó en hablarle a Yitró, pero el Creador le ordenó a Moshé: “Háblale de Mi camino a Yitró… Él sinceramente quiere escuchar”.
"Al estar dispuestos a recibir los mensajes y abiertos a escuchar, el Creador encontrará siempre la manera de decirnos exactamente lo que necesitamos escuchar."
Y con esto, Dios nos enseña el secreto de la escucha verdadera. Cuando podemos poner a un lado lo que firmemente creemos que es correcto y hacemos espacio para la posibilidad de que algo más sea verdad, expandimos nuestra capacidad para ser canales de gran Luz.
Por otro lado, en esta porción vemos que a los israelitas les costó escuchar y desprenderse de lo que eran y el lugar de donde venían. A diferencia de Yitró, no querían escuchar a Dios a través de Moshé. Pidieron escuchar la voz de Dios directamente, pero cuando Dios apareció frente a ellos, no estaban preparados. Al principio la nación dormía, y cuando despertó, la revelación fue tan poderosa y el sonido de las palabras de Dios tan grandioso que fue más de lo que podían soportar. Cuando escuchamos cosas antes de estar listos, aun si son buenas para nosotros, pueden hacernos daño.
Yitró obtuvo el mérito de tener los Diez Enunciados en su porción porque estaba dispuesto a soltar. Escuchar es un don que el Creador les da a quienes están listos y dispuestos a escuchar.
Esta semana, hagamos un esfuerzo por escuchar con nuestra alma. Debemos estar dispuestos a prestar atención no solo a las palabras que un amigo tenga que decir, sino a los sentimientos que se ocultan en su corazón. Sé consciente de la energía, de los ángeles que te rodean, y haz espacio para escuchar los suaves susurros de orientación. Mantente abierto a la crítica incluso si parece injustificada y, del mismo modo que Yitró, busca la verdad en las palabras que el universo envía.
Al estar dispuestos a recibir los mensajes y abiertos a escuchar, el Creador encontrará siempre la manera de decirnos exactamente lo que necesitamos escuchar.