“Cuando tenemos certeza, las dificultades pasan de ser aparentemente insuperables a ser lo más fácil de superar”.
—Rav Berg
Los kabbalistas enseñan que la certeza es una de las herramientas más importantes para el crecimiento espiritual. Por supuesto, estudiar y conectarse con una comunidad también es importante. Entonces, ¿qué hace que la certeza sea tan vital para nuestro crecimiento espiritual? Los kabbalistas explican que las bendiciones que queremos atraer a nuestra vida necesitan un lugar a donde llegar. A este lugar lo llaman vasija y ellos nos enseñan que la mejor vasija es la certeza. Cuando una persona tiene certeza, está completamente unida y enlazada con la Luz del Creador. Por lo tanto, la Luz puede entrar más rápido y fácil a la vida de esa persona.
De la misma manera, cuando la vida y la conciencia de una persona están llenas de duda y angustia, su conexión con la Luz del Creador está rota. Incluso si hubiese bendiciones destinadas a manifestarse y llegar a la vida de esa persona, la incertidumbre evitaría que en ella entrase la Luz del Creador y las bendiciones que le estaban esperando.
Para algunos es un gran paso espiritual el hecho de imaginar que cada uno de nosotros tiene muchas más bendiciones preparadas y que están listas para ser manifestadas de lo que en realidad recibimos. Incluso los más conscientes de nosotros aún vivimos con algún elemento de duda, incertidumbre y angustia. Aun así, según Michael Berg: “No importa lo que hagamos, si no somos capaces de desarrollar nuestra certeza en la Luz del Creador, no podremos atraer continuamente mayores bendiciones a nuestra vida”.
Entonces, ¿cómo cultivamos certeza? Muy simple: con práctica.
Comienza con pequeñas situaciones, cosas que te parezcan ligeramente irritantes o frustrantes.
Por ejemplo, cuando alguien se mete delante de ti en la fila del banco. Tu primera reacción podría ser enojarte y reaccionar. Con certeza, puedes ver la misma situación como una lección o una bendición oculta que el Creador te envió. Al recordar constantemente que todo lo que ocurre es una oportunidad, practicas crear espacio (o vasija) para las bendiciones.
Hace falta una gran cantidad de confianza en el Creador para frenarte antes de reaccionar y decir: Esto viene de la Luz del Creador. Hay algo aquí para mi beneficio. Lo acepto y no me hace enojar. En realidad, le doy la bienvenida a esta oportunidad. Karen Berg dice: “En lugar de tener dudas cada vez que algo aparentemente negativo ocurre, lo que debemos decir es: ‘No entiendo la situación, pero he hecho todo lo posible para que sea una experiencia positiva. Por eso tendré certeza en que, en el panorama amplio de las cosas, esta situación es positiva’. Con esta conciencia, no permitimos que la oscuridad tenga acceso a nuestra situación”. Cuando hagas de la certeza una costumbre frente a los pequeños agravios en tu vida, continúa con contratiempos más grandes y trascendentes.
Esta es una práctica que debe ser diaria. No es algo que se logre de la noche a la mañana. Pero con tiempo, tendremos la capacidad de aumentar nuestra certeza en la Luz del Creador. Al hacerlo, aumentamos nuestra capacidad para recibir y manifestar extraordinarias bendiciones que el Creador tiene preparadas para nosotros.