¿Has escuchado la canción viral de TikTok del verano en la que Megan Boni declara: “Estoy buscando un hombre en finanzas, con un fideicomiso, de 1.95 mts, ojos azules”?
Ese es un “tipo” de prospecto específico de la comedia. Desglosando los datos disponibles, quizá DOS hombres solteros en EE. UU. cumplan con esos criterios. La canción está hecha por diversión, por supuesto, pero como toda buena comedia, tiene un núcleo de verdad. Echa un vistazo a estas biografías rápidas que se encuentran en un sitio de citas:
Alto, ávido ciclista, le encanta el monólogo cómico.
Rubio, de la costa este, le encanta cocinar.
De Londres, actualmente en Nueva York, padre devoto de mis plantas.
Son cortos, van al grano y comparten lo suficiente como para despertar el interés de alguien. Este enfoque podría funcionar cuando te desplazas por Netflix para encontrar el próximo programa que quieres ver de una sentada, pero ¿eslóganes como un medio para conocer a una pareja amorosa? Eso es… complicado.
No es de extrañar que el estado de las citas modernas esté dejando a tantos hastiados, decepcionados y, en el peor de los casos, desconsolados y sin esperanza. Si a esto le añadimos que mucha gente trabaja desde casa después de la pandemia de COVID, lo que elimina un mayor sentido de comunidad, naturalmente conocer a una pareja real ahora pareciera equipararse con ganar la lotería.
Si estás leyendo esto y piensas: “Sí, lo sé, es horrible, pero ¿qué se supone que debo hacer?”.
Mi respuesta sería: intenta las contra-citas.
Las contra-citas (contra-dating) son un enfoque refrescante y transformador que cambia el guion de las prácticas convencionales de citas con una directiva clave: estar abierto a las citas fuera de tu “tipo”.
Todos tenemos una visión de nuestra pareja ideal. Son una mezcla de todos los atributos físicos que nos resultan atractivos: exitoso, inteligente, amoroso, con un gran sentido del humor, sensible, protector, leal… y la lista continúa. Y, por cierto, ese es el tipo de lista que puedo apoyar. Descartar a los prospectos en función de la riqueza, la altura específica, el color de ojos y las elecciones de estilo personal puede significar que descartes al Sr. o la Sra. Ideal antes de darles una oportunidad. Si bien es muy valioso tener claro lo que quieres y las expectativas que tienes, es igual de valioso comprender tus ilusiones. La primera es que ninguna persona puede cumplir con toda esta lista exhaustiva.
Ahora bien, no estoy diciendo que te deshagas de la lista, ni estoy diciendo que tu pareja ideal no existe. Pero, si las citas se han convertido en una lucha, las contra-citas podrían ser una respuesta interesante.
Tener una cita con alguien que quizá no consideres un prospecto romántico desafía la idea de que las citas son un medio para un fin, como asegurar una pareja a largo plazo o cumplir con las normas sociales. Es bastante difícil experimentar un surgimiento natural de afecto cuando pasas la primera hora evaluando si este es “el ideal”. ¡Eso no es divertido para nadie! Más bien debería ser una oportunidad para conectarse con otros a un nivel más profundo, aprender sobre ti mismo y practicar estar abierto a algo nuevo.
Esto no tiene por qué ser algo con lo que obsesionarse y, desde luego, tienes que pasar tiempo con personas que te interesen de alguna manera. Por ejemplo, supongamos que incluyas en tu lista Diario de una pasión como tu película favorita, y una cita ideal sería un picnic en la playa. Una experiencia perfecta para contra-citas sería con alguien que te invite a una serie de charlas sobre clarividentes seguidas de cervezas artesanales y juegos de arcade. Si prefieres el tipo tranquilo, dale una oportunidad al extrovertido. No es donde imaginas que encontrarías a tu alma gemela, pero esa es la idea.
He contado muchas veces la historia de haber conocido a mi esposo y, aunque las contra-citas no existían en ese entonces, ciertamente no habría categorizado a Michael como mi “tipo”. La forma en que cada uno de nosotros disfrutó de estar en una playa en México lo decía todo. Me deleitaba con el sol y contemplaba el esplendor de toda la actividad que me rodeaba. Y allí estaba Michael, incómodo y afligido, estudiando un antiguo texto en arameo en el calor, tratando desesperadamente de cubrir todo su cuerpo, incluida la cabeza, con una toalla.
¿Recuerdas lo que dije sobre las ilusiones? Cuando comprendemos las ilusiones que podríamos tener —“una pareja que sea X me va a hacer feliz”, “si tan solo fuera más X, entonces nuestras vidas serían perfectas”— podemos practicar soltarlas y abrirnos. Nuestros cinco sentidos solo nos permiten ver lo que está materialmente a nuestro alrededor. Si solo hubiera confiado en lo que mis cinco sentidos me informaron ese día, nunca habría tenido la oportunidad de ver cuánto teníamos realmente en común y, lo que es más importante, cuán felices nos haríamos el uno al otro.
Afortunadamente, no lo hice. Y he estado casada con mi alma gemela durante más de 27 años.
Mantenerse abierto y curioso es una receta no solo para una experiencia de citas satisfactoria y, en definitiva, exitosa, sino también para una vida plena. Cuando salimos de nuestra comodidad, decimos sí a la transformación personal y sí a estar abiertos a toda la belleza que la vida tiene para ofrecernos. Las contra-citas son una forma de hacerlo, pero los principios que contiene se aplican a muchas otras áreas de la vida.
Si prefieres el jazz tranquilo, pasa una noche en un espectáculo de rock.
Si te encantan los clubes de baile, cámbialo con una clase de yoga a la luz de las velas.
Si normalmente vas a la izquierda, hoy inténtalo a la derecha.
Tal vez lo odies, pero tal vez también descubras algo —o a alguien— que amas.
Las contra-citas ofrecen una alternativa refrescante al estresante y con frecuencia superficial mundo de las citas modernas. Al priorizar la autenticidad, la autoconciencia y las conexiones significativas, las contra-citas empoderan a las personas para crear relaciones que no solo sean satisfactorias, sino también alineadas con su verdadero ser. En un mundo donde la presión para conformarse puede ser abrumadora, las contra-citas nos invitan a arriesgarnos, quitarnos la presión y redefinir lo que significa conectarse con otra persona.