"Muchos de nosotros aún adoramos nuestro entorno físico."
Desde su salida de Egipto, Moshé intentó incesantemente que el pueblo entendiera que este mundo físico estaba sujeto a una energía superior conocida como conciencia. Aún así, el pueblo creyó fundamentalmente en que el ámbito físico era lo más importante. Así pues, cuando Moshé no estuvo presente físicamente, un gran problema se presentó en sus mentes. Dado que estaban convencidos de que el plano físico era la única realidad, necesitaron a alguien o algo con una presencia física.
Nosotros en el Centro de Kabbalah trabajamos por cambiar este tipo de conciencia, pero es un proceso difícil. Muchos de nosotros aún adoramos nuestro entorno físico… nuestro entretenimiento, nuestros lujos.
No podemos considerar que estas cosas son más importantes en nuestra vida que nuestro trabajo espiritual.
*Rav Berg sobre la porción Qui Tisá.