Las cosas a veces no marchan como las planeamos, y a veces marchan exactamente como las planeamos; pero no nos sentimos como esperábamos sentirnos. Supongo que eso también es una versión de cuando las cosas no marchan según el plan.
La suerte irónica de que nuestros planes salgan mal es que es allí donde se encuentran las oportunidades más significativas: las oportunidades para crear alegría. No podemos controlar lo que nos ocurre a nosotros o nuestro entorno, ni realmente lo que ocurre en general. Lo que podemos controlar es nuestra reacción ante estas cosas. Esto tiene sentido considerando que la mayoría de nosotros cree que nuestra felicidad depende de circunstancias externas. Obtener el auto nuevo, ese nuevo empleo, tomar esas vacaciones grandiosas, planificar un matrimonio, anunciar un embarazo.
Desafortunadamente, lo que nos puede ocurrir es lo más impredecible del mundo, en especial porque el mundo está cambiando continuamente.
El resultado final de esta conciencia es que vemos el presente como estropeado por algo que ha ocurrido, algo que no debió haber ocurrido o algo que no ha ocurrido pero que debería ocurrir. ¡Es enloquecedor cuando vemos las cosas de esta manera! Así que probemos tener una conciencia de “elegir cómo reaccionamos” y mirar las cosas bajo un lente nuevo. Dado que podemos elegir a qué prestamos atención, también podemos aprender a cultivar lo que queremos sentir y cómo queremos experimentar todo.
Y creo que a todos nos gustaría experimentar más alegría, ¿no?
La oportunidad que tenemos disponible en este mes de Piscis es que podemos obtener alegría y felicidad para todo nuestro año. ¿Creemos que podemos ser felices las veinticuatro horas del día, siete días de la semana, cuatro semanas del mes y doce meses del año? Al igual que todo lo demás, se necesita práctica. Pero puedes comenzar explorando y aprendiendo qué te ayuda a tener una sensación de dicha y tranquilidad. He aquí mis cuatro maneras favoritas para cultivar la dicha cada día. Prueba si alguna de ellas despierta alegría en ti también.
1. Sal de tu rutina.
Ya sea un paseo en la naturaleza, una meditación guiada o un viaje corto a un lugar que siempre quisiste visitar, hacer algo especial saca tu mente de su estado actual. Las actividades que amplían nuestra percepción y nos sacan de la vida cotidiana son una forma segura de despertar la alegría. Practicar la oración y la tranquilidad son dos formas prominentes de producir una sensación de serenidad y alegría, pero usa tu creatividad. ¿Cuáles podrían ser las formas en las que puedas salir de tu rutina e infundir alegría en tu día?
2. Encuentra maneras de jugar.
Las actividades que no tienen un objetivo determinado pueden ser increíblemente renovadoras para nuestro espíritu. Bailar, salir a dar un paseo en bicicleta, jugar a atrapar la pelota con tu perro o pintar son todas maneras en las que podemos activar nuestro cerebro solo por diversión. Estos tipos de actividades no tienen un propósito específico más que mantener nuestra atención, y esto nos trae delicadamente al momento presente; que es precisamente donde está la alegría. El truco aquí es evitar que tu cerebro imponga una “meta” en estas actividades. Por ejemplo, si te encuentras tratando de “perfeccionar” tu pose de yoga, regresa al presente concentrándote más bien en cuán fuerte se siente tu cuerpo. Además de traernos al momento presente, la ciencia nos dice que jugar ayuda a desarrollar nuestras habilidades sociales, fomenta las ocurrencias y crea un sentido de comunidad. Todo esto nos trae más alegría.
3. Hónrate a ti mismo consciente y frecuentemente.
La alegría no proviene de los demás, proviene del interior. Con frecuencia, cuando recibimos algún comentario crítico o tenemos una interacción difícil con alguien, asumimos esas opiniones negativas como hechos. Interrumpir pensamientos negativos sobre ti mismo y más bien reemplazarlos con frases que te honren es una forma de cultivar más alegría. “Estoy completa y plena”. “Hice lo mejor que pude”. “Me amo a mí mismo”. Cada vez que te encuentres criticándote a ti mismo, retoma estas afirmaciones.
4. Tómate un verdadero descanso.
Estudios han demostrado que la capacidad de pasar tiempo a solas está vinculado con un aumento en la felicidad, mayor satisfacción de la vida y una mejora en el manejo del estrés. Las personas que disfrutan tiempo a solas experimentan menos depresión. Cuando pasamos tiempo a solas intencionadamente, estamos cuidando de nosotros y este cuidado está vinculado a mayores sensaciones de alegría. Agenda tiempo para desconectarte completamente y no hacer nada. Un espacio de tiempo en el que no estés tratando con ninguna responsabilidad ni deber de ningún tipo. Un momento en el que puedas estar a solas, desconectado de dispositivos electrónicos y completamente focalizado en ti. Ve a recibir un masaje. Cierra la puerta, recuéstate y mira el mundo por tu ventana. Toma una siesta. A menudo estamos demasiado concentrados en nuestra lista de tareas, en cuánto estamos produciendo y en ayudar a otras personas. Dedicar tiempo a estar con nosotros mismos y cuidarnos nos ayuda a entrar en contacto con nuestra alegría.
Si bien el regalo de Piscis es una sensación de alegría y maravilla por el simple hecho de estar vivos, el obstáculo que presenta es estancarse en la conciencia de víctima. Cuando nos sentimos agotados, juzgados o infelices, puede ser fácil culpar a los demás, a las circunstancias, al mundo. Aquello en lo que concentremos nuestra atención es lo que se multiplicará, así que al cambiar nuestra perspectiva a una de alegría, creamos más experiencias en las que podamos sentir y cultivar alegría. La verdad es que nuestra felicidad es nuestra responsabilidad. Cuando estamos fuera de sintonía con la alegría, nunca es culpa de alguien más; depende de nosotros reconectarnos con ella. Y Piscis llega para ayudarnos a recordar que podemos pasar de la negatividad a la alegría en cualquier momento.
MOMENTO PARA REPENSAR
¿Qué te produce alegría? ¿Qué te ayuda a reconectarte con la felicidad y la paz en un mal día?