“La única persona con la que debes compararte es con la persona que tienes el potencial de llegar a ser” – Michael Berg
¿Alguna vez te has fijado en tu vida y has pensado, debe haber algo más?
Si lo has hecho, no estás solo. Pareciera que para muchos de nosotros, sin importar el momento de nuestra vida, siempre estamos buscando algo mejor. Los kabbalistas explican que esto significa que no hemos alcanzado nuestro máximo potencial, la razón por la que estamos en este mundo.
¿Crees que te va bien o que esto no tiene que ver contigo? Piénsalo. Michael Berg dice que “Ninguno de nosotros está viviendo su máximo potencial. Si somos sinceros, no estamos haciendo ni el 0,01% del trabajo que se supone que debemos estar haciendo”.
Ya que nos topamos con esta dura verdad, ¿qué debemos hacer? ¿Cómo nos alineamos con el trayecto de vida que estamos destinados a seguir?
Para empezar, date cuenta de que este tipo de trabajo es principalmente interno. Es común sentirse obligado a hacer cambios externos cuando nos encontramos con un obstáculo.
Podemos reacomodar nuestros muebles, cambiar de corte de cabello o pintar la casa, pero estos cambios sólo nos dan un impulso momentáneo. A veces nos ocupamos con trabajo externo disfrazado de trabajo interno: leer libros populares de autoayuda, asistir a clases comunitarias, unirse a una organización, etc. En sí mismas, éstas son actividades que valen la pena, sin embargo, superación personal no es lo mismo que realización personal.
El verdadero trabajo ocurre internamente. Ocurre cuando reconocemos nuestros verdaderos deseos y les permitimos ser la brújula que nos guíe. Pregúntate qué te apasiona, qué te motiva, qué te atrae. Las respuestas podrían sorprenderte, sin embargo, te llevarán al camino correcto.
Permite que estas respuestas sean el impulso que te lleve a actuar. Por medio de la acción crecemos, nos transformamos y manifestamos nuestro verdadero propósito. Cada acción se convierte en una inversión para vivir una vida más plena porque sólo a través de este crecimiento podemos comenzar a alcanzar nuestro verdadero potencial.
Sé consciente de que este proceso no siempre es fácil. Mientras te dedicas a alcanzar tu potencial total, puedes pasar por dolor, miedo y pérdidas. La transformación necesita fortaleza y resistencia espiritual. Mientras aprendes, creces y continúas luchando por alcanzar tu potencial, date un poco de amor. Como explica Michael Berg, “La única razón por la que logramos hacer muy poco del trabajo que debemos hacer es porque no apreciamos quien realmente somos… no apreciamos la grandeza ni el potencial de nuestra alma”. Mortificarte por el hecho de que no hayas realizado el trabajo que el Creador tiene en mente para ti, no te hará avanzar. Activar tu potencial significa activar la verdadera esencia de tu alma, eso necesita amor y compasión.
La verdad es que cada uno de nosotros tiene dones y talentos únicos que nos fueron dados para producir un efecto en el mundo de una manera que nadie más puede. Encuentra la manera de utilizar estos dones y talentos para contribuir con una causa más grande que tú. Tus dones están para compartir. A fin de cuentas, nosotros no creamos nuestro camino de vida, lo descubrimos. Tu camino ya está ahí, te está esperando. Sólo tienes que encontrarlo.