Sabemos que en cada mes hay regalos específicos disponibles para nosotros. Al entrar en el mes de Iyar, Tauro, hay algunas pistas que nos dicen cuál es uno de sus principales regalos: el regalo de la sabiduría.
El Tetragrámaton, el Nombre de Dios de cuatro letras, está compuesto por las letras Yud Hei Vav Hei. Tal y como hemos aprendido, cada letra es un canal para la Luz y cada uno de los doce meses del año tiene su propia combinación de letras del Tetragrámaton que irradia regalos únicos en este mundo; la combinación del mes de Tauro es Yud Hei Hei Vav, una combinación que el Arí, Rav Yitsjak Luria, dice que trae el regalo de la sabiduría. Debido a esta combinación única del mes de Tauro, tenemos la oportunidad de superar las adversidades y entender las cosas que no pudimos entender en otros momentos del año.
Además, los kabbalistas nos dicen que el Pozo de Miriam, que siguió a los israelitas durante los cuarenta años que viajaron por el desierto, fue creado en el mes de Tauro. Este pozo del cual bebieron también tenía la capacidad de abrir las puertas de la sabiduría y el entendimiento. Por lo tanto, el Tetragrámaton de este mes y la creación del Pozo de Miriam en este mes son pistas que nos dicen que podemos obtener sabiduría en el mes de Tauro, un mes en el que las cosas pueden abrirse para nosotros y que de otro modo no habríamos llegado a entender.
Sin embargo, es importante darnos cuenta de que no hablamos simplemente de sabiduría como un entendimiento de estudios o de cómo funciona el mundo y nuestra interacción con él. Rav Áshlag dice algo muy poderoso en su Introducción a las Diez Emanaciones Luminosas: únicamente sentimos dolor cuando ocurren cosas y no vemos la Luz que hay en ellas ni entendemos por qué se presentan. Si tuviésemos sabiduría real sobre nuestra vida y sobre por qué ocurren las cosas, nada nos perturbaría, nos decepcionaría ni nos haría enojar. Entonces, cuando hablamos del poder de la sabiduría que está más disponible en el mes de Tauro que en cualquier otro mes del año, no sólo es la sabiduría obtenida con estudio, sino también la sabiduría que nos falta con respecto a nuestra vida.
Por lo tanto, al inicio de este mes deberíamos pedir que se nos abran las puertas de la sabiduría para poder entender por qué ocurren ciertas cosas en nuestra vida. Si podemos recibir este regalo de la sabiduría en este mes, comenzaremos a entender —a veces en nuestra mente, a veces en nuestro corazón y otras veces en nuestra alma— y tendremos la capacidad de eliminar el dolor provocado por la carencia de sabiduría.
Asimismo, si individualmente cada uno de nosotros supiese quién es en realidad, supiese cuál es su potencial, jamás estaríamos satisfechos con permanecer en los niveles inferiores de conexión en los que estamos actualmente. Si tuviésemos un vistazo de quién podríamos llegar a ser, no nos conformaríamos con nuestro estado actual; más bien, nos esforzaríamos aún más por salir de éste. Incluso para quienes estamos conectados, crecemos y logramos atraer Luz y bendiciones a nuestra vida, nada se compara con nuestro potencial real ni con lo que veríamos si tuviésemos sabiduría.
Así pues, mientras preparamos nuestras vasijas para el mes de Tauro, pedimos recibir la sabiduría sobre nuestra vida y nosotros mismos, una sabiduría que se relaciona con las cosas que nos molestan y no entendemos, y para abrir dichas puertas. Al hacerlo podemos llegar a un entendimiento más profundo de quiénes somos y cuál es nuestro potencial. Ya que si tuviésemos siquiera un vistazo de eso, nos esforzaríamos aún más, cambiaríamos más rápido y nos conectaríamos más intensamente. Para quienes realmente entendamos, nuestra mente se abrirá, nuestra alma se abrirá y la sabiduría podrá llegar a nosotros, esto hará que las cosas sean más claras y nos ayuden a ver nuestro potencial; en consecuencia, nos esforzaríamos más para llegar a él. Y en el mes de Tauro, mientras más grande sea nuestro deseo, más recibiremos de ese regalo de sabiduría y entendimiento.