Hoy es el alegre y prometedor día de Tu BeAv, la festividad del amor y la unión. Y para Michael y para mí, ¡también es nuestro 25º aniversario!
El 15 de Av trata de la unión de los opuestos o complementos. En un mes regido por el Sol, que representa una energía cósmica masculina, es también el día de la luna llena, que representa el aspecto femenino. Los mundos terrenal y espiritual se encuentran este día en equilibrio y armonía; es una unión del Creador y la Creación.
Tanto si te encuentras en una relación romántica como si no, la oportunidad que brinda este día es la de la unión en todas sus formas. Podría venir a través de una nueva y más profunda comprensión de ti mismo. Podría significar una conexión más profunda con un amigo o un ser querido. Podría dar paso a un mayor sentido de comunión espiritual.
Y Tu BeAv es el momento ideal para el encuentro y la unión de las almas gemelas, ¡razón por la cual Michael y yo elegimos casarnos en este día hace un cuarto de siglo! Si no nos hubiésemos encontrado, podríamos haber tenido vidas perfectamente agradables. Pero, al igual que uno puede ver el mismo Sol y la misma Luna desde distintas partes del mundo, nosotros lo habríamos experimentado de forma muy diferente. La vida habría sido comparativamente insuficiente, incompleta e insatisfactoria. Porque estoy segura de que nada podría haberse acercado a nuestra conexión. Nuestra unión nos ha aportado un profundo crecimiento a cada uno de nosotros. Y el impacto de esa sinergia se refleja en nuestra familia, en el Centro y en nuestro trabajo en expansión para la comunidad en general.
¡Es difícil creer que estoy casada con Michael más tiempo del que había vivido sola antes de él! Sin embargo, aun después de estos 25 años, o quizá debido a ellos, mi aprecio por él solo aumenta. Gran parte de lo que soy, de lo que he llegado a ser y de lo que sigo siendo, ha estado profundamente influenciado por nuestra relación: desde los nacimientos de nuestros cuatro hijos (y las preocupaciones y contratiempos que surgieron a veces) hasta las innumerables alegrías y bendiciones que nos han traído las décadas. Hemos llorado la dolorosa pérdida de seres queridos. Hemos superado obstáculos personales y profesionales. Sin No obstante, a través de cada momento oscuro, la risa y la aventura han perdurado.
En tiempos antiguos, en este día las jóvenes solteras iban a los viñedos para conocer a sus posibles parejas. Bailaban con vestidos blancos; siempre prestados, para que nadie supiera quién era rica o pobre. El campo de juego era equitativo. Nosotros, también, podemos “tomar prestada” la Luz (con o sin vestir de blanco) en este día. Podemos conectarnos con esa pureza de amor, tanto en nuestro interior como con los demás. Podemos dejar que el equilibrio y la armonía unificadores de este día nos ayuden a alinearnos con nuestras principales intenciones y deseos. Tu BeAv ofrece una oportunidad igualitaria para que cada uno de nosotros se conecte en el amor propio por encima de todo.
Mi suegro y gran maestro, Rav Berg, escribió que “el verdadero amor es una conciencia, y no algo que puedas medir con tus cinco sentidos. Es cuando sientes unión con otra persona”. Ahora entiendo esto más que nunca. Michael está en mí como yo estoy en él. Somos uno. Nuestro matrimonio está, por el hecho de ser humanos, vinculado en el “plano del 1 %” de la vida cotidiana: nuestros horarios de trabajo, nuestros hijos, las tareas domésticas y todas las demás “cosas de la vida”, a veces tediosas pero siempre significativas.
Sin embargo, tal y como enseña la Kabbalah, la mayor parte de lo que existe se encuentra en el plano invisible del 99 %. Y ahí es donde Michael y yo vivimos de verdad. Nos encontramos el uno al otro a través de nuestro trabajo espiritual, y nuestra búsqueda para seguir explorando y compartiendo en ese reino es el lazo que nos ha unido, quizá (¡y espero!) para toda la eternidad. Mi suegra, Karen Berg, solía decir: “Cuando comenzamos con amor, el amor siempre nos estará esperando al final”. Sé que esto era cierto en el caso de ella y el Rav, que siguen inspirándonos y guiándonos en nuestro camino.
Mientras tanto, estamos viviendo la vida que estamos destinados a vivir con gratitud por cada momento, ¡así como por el gran regalo de alcanzar este aniversario de plata!
Les deseo Luz y amor —en todas sus manifestaciones— en Tu BeAv y más allá. Y para mi esposo, mi mejor amigo y mi amor eterno, Michael, brindo por otros 25 años y más.