La luna nueva de Capricornio, o el comienzo del mes de Tevet, siempre ocurre durante Jánuca. Y sabemos que cualquier energía y obsequios que estén disponibles durante la luna nueva es lo que más necesitamos todos nosotros en el mes por venir. Por ende, me gustaría enfocarme en la noción de la Luz única y los obsequios que están disponibles para nosotros durante esta luna nueva, para que no sólo podamos conocerlos, sino también atraerlos a nuestra vida y conservarlos.
Saber cuáles son estos obsequios, entenderlos y pedir por ellos nos permitirá recibirlos.
Existen pocos momentos en el año en donde las “Puertas del Cielo” están abiertas y los obsequios vienen a nosotros como lluvia abundante, lo anterior sucede durante estos ocho días de Jánuca y durante el comienzo de este mes. Rav Berg solía decir: “El banco de energía, o el almacén de energía, está abierto. ¡Toma tanto como puedas!”. Pero como sabemos, todo comienza con la conciencia. Debemos entender qué ocurre, cuál es la energía que está disponible y cuáles son los obsequios que podemos recibir.
Los kabbalistas preguntan: ¿Cuál es el propósito de Jánuca? No se trata de recordar los milagros, ni siquiera de atraer milagros (aunque ése es un aspecto importante de esta conexión) sino quitar el velo en el que vivimos. Existe una fuerza en la vida de cada uno de nosotros que coloca un velo sobre nuestros ojos; esta fuerza hace que veamos los milagros que ocurren en nuestra vida no como milagros, sino más bien como algo completamente natural. Debido a que vemos los milagros como algo natural, no los apreciamos ni estamos agradecidos por ellos.
Najmanides nos dice que si llevas este tipo de vida en el que ves los milagros como sucesos naturales, incluso con todas las conexiones espirituales que realizas, no estás realmente conectado con la Luz del Creador. No puedes estarlo. En la actualidad, ¿cuántos de nosotros ve y aprecia los milagros diarios (la vida, el respirar, la familia y los amigos…)? Por ello, la pregunta más importante que debemos hacernos para poder entender dónde nos encontramos con el fin de obtener el milagro y el obsequio que queremos es: Hoy cuando desperté ¿estaba emocionado por el milagro de la vida que recibí? ¿Cuando vi a mis hijos en la mañana o en la tarde, me sentí emocionado por el milagro de la familia que me fue dado hoy y por cada milagro que tuve en mi día?
Desafortunadamente, la respuesta para la mayoría de nosotros es no. La mayoría de nosotros, en lugar de notar los milagros y estar agradecidos por ellos, nos preocupamos por todas las otras cosas que no tenemos. Estamos molestos por las otras partes de nuestra vida que no se encuentran exactamente como queremos que estén.
Todos nosotros vivimos con un velo, uno que data desde hace miles de años. El Zóhar, en referencia a la historia de la lucha de Yaakov con el ángel, dice que el ángel estaba tratando de colocar el velo en Yaakov para que éste llevase su vida pensando que era completamente natural el que recibiera todos los obsequios y todos los milagros que tenía diariamente. Y los kabbalistas nos enseñan que en Jánuca nos quitamos el velo. Jánuca se trata de cambio.
Cuando termine Jánuca y comencemos la luna nueva de Capricornio, queremos salir cambiados. Debemos desear que el velo sea eliminado. Debemos comenzar a ver realmente, apreciar y estar agradecidos por los milagros constantes en nuestra vida. Una vez que quitamos el velo y vemos y apreciamos todos los milagros que ya están ocurriendo en nuestra vida en cada momento, podemos conectar con la Luz del Creador y atraer milagros ilimitados a nuestra vida.