Durante este mes de Virgo (Elul), la práctica tradicional de la teshuvá nos pide que reflexionemos sobre dónde hemos estado, dónde estamos y hacia dónde vamos. Si bien la teshuvá se denomina a veces como una práctica de arrepentimiento, la palabra en realidad se traduce en la idea de “regresar”. El propósito de la teshuvá es ayudarnos a reconocer dónde hemos cometido errores a fin de poder enderezarnos en el año entrante.
La Kabbalah aclara que la fuente de nuestros desvíos y errores es el resultado de un quiebre en nuestra conexión con la Luz del Creador. Pero podemos recuperar lo mejor de nosotros mismos y enmendar esos errores restaurando la Luz en los lugares donde se rompió el canal. Rav Berg consideraba la teshuvá como una forma de viaje en el tiempo, ¡practicada por los kabbalistas mucho antes de que la ciencia (o la ciencia ficción) siquiera contemplara la idea!
Al enmendar esas conexiones perdidas o bloqueadas atraemos más Luz para compartir en el presente y llevarla al futuro.
¿Hemos hecho o dicho algo que ha lastimado a otra persona?
Podemos atraer la Luz a través de una comunicación cordial y sincera con la persona a la que hemos herido.
¿Nos hemos infligido dolor a nosotros mismos a través de un mal hábito, una decisión equivocada o una actitud derrotista?
Podemos revisar el error y sustituirlo por una nueva y mejor manera de convivir con nosotros mismos.
Tal vez nos debamos una disculpa y, desde el autoperdón, estemos mejor equipados para un cambio positivo, ya sea en nuestro estilo de vida, nuestra mentalidad o nuestra práctica del amor propio.
Ahora, en aras de la teshuvá, o del retorno, me gustaría invitarte a “volver” a algunos de mis escritos anteriores sobre el tema. Aquí tienes algunos:
Rosh Hashanah: Honor Your Desire
La teshuvá es un peregrinaje de vuelta a la fuente de energía espiritual que está disponible para todos nosotros. Es una práctica que puede beneficiar al mundo entero multiplicando el poder de la Luz, una persona y un canal a la vez.
Y ante la presencia de una gran Luz, la oscuridad no tiene cabida.