La Luz está en todas partes, pero necesita ser revelada.
Incluso la ciencia dice en la actualidad que ayer, hoy y mañana están en el presente. Solo existe el “ahora”. Entonces ¿por qué no podemos ver el futuro? Porque aún no ha sido revelado o iluminado.
"Si nos reducimos en el plano físico, la Luz deberá entrar."
Las sombras son un resultado de la interferencia. En el mundo físico vivimos la ilusión. Todo lo físico es un obstáculo y estamos aquí para dichos obstáculos. La razón por la que no podemos simplemente caminar de Los Ángeles hasta Londres es porque hay fricción en el aire. La fisicalidad es el origen de la negatividad, y estamos aquí para reducir la predominancia del tiempo, el espacio y el movimiento. Nuestra conciencia del cuerpo define lo que hacemos y esto crea un entorno que puede llevar al caos.
Los Nombres Sagrados, las combinaciones de letras hebreas, eliminan el caos porque lo transforman en Luz, y el caos no puede existir sin oscuridad. Con respecto a la pequeña Álef en la primera palabra de este capítulo, Vayikrá, sabemos que las letras hebreas pequeñas representan a Maljut, nuestra realidad física. La pequeña Álef dice que, si nos reducimos en el plano físico, la Luz deberá entrar.
El día de hoy, dado que ya no tenemos el Templo en el que podemos realizar sacrificios, las letras hebreas, el Aná Bejóaj y la lectura de la Biblia son usados para eliminar el caos de nuestra vida.
---------
*Extraído de una clase de Rav Berg sobre la porción Vayikrá en 1998.