Este artículo fue publicado originalmente en 2016.
En Shabat Shoftim, en la lectura de Shoftim el Rambán, Najmánides, revela un secreto muy importante acerca del versículo que dice: “Sólo la justicia seguirás”. Primero, como a menudo lo hace, ofrece un comentario y una explicación basados en el entendimiento literal de esas palabras. El Rambán cita de un libro de secretos kabbalísticos llamado Bahir, el cual fue escrito por Rav Nejunyá ben Hakaná, el autor del Aná Bejóaj.
En el Bahir, en las secciones 74 y 75, se explica que cuando dice tsédek, palabra que se traduce literalmente como “justicia”, realmente significa “la regla de la justicia de este mundo”. No es la justicia en el mundo físico; se refiere al juicio, el din, que un individuo trae sobre sí cuando realiza acciones negativas y, al hacerlo, despierta la negatividad general que el mundo atraviesa. Por ende, a lo que se refiere la Torá aquí es al juicio que existe sobre el individuo o sobre el mundo.
Después dice al final del versículo que si persigues este tsédek, este juicio del mundo, entonces merecerás vida. Rav Nejunyá ben Hakaná dice en el Bahir, con respecto al final del versículo, que si quieres merecer vida, asegúrate de perseguir el juicio de este mundo. Y debemos entender qué significa esto, porque es un secreto muy importante. En el grado en que nos juzguemos a nosotros mismos, en ese grado estamos vivos y merecemos vida. Si no juzgamos lo suficiente, entonces el juicio vendrá sobre nosotros y tendrá que ser limpiado con vehemencia.
Así que, primero entendemos este secreto que el Rambán está citando del Bahir, el libro de Rav Nejunyá ben Hakaná, el cual dice que si haces el esfuerzo de juzgarte a ti mismo —y al hacerlo de alguna forma disminuyes el juicio que existe sobre este mundo y sobre ti— entonces atraerás vida hacia ti. Pero si no lo haces, el juicio será forzado sobre ti, llegará y se manifestará.
Este secreto puede entenderse por una sección en el Midrash que dice que si hay juicio en este mundo físico, entonces no hay juicio que venga del Mundo Superior. Si podemos recordar esto, entonces no dejaremos de hacer teshuvá este mes. La mayoría de nosotros sabemos que cuando llegamos al mes de Elul, debemos hacer teshuvá. ¿Por qué? Porque queremos limpiarnos de nuestra negatividad para que nuestra vasija esté perfecta cuando lleguemos a Rosh Hashaná. Pero hay una razón mucho más importante por la que no sólo tenemos que hacer teshuvá constantemente, sino también tenemos que impulsarnos a los niveles más profundos de ello.
Anteriormente hemos hablado acerca del concepto de que existe una cantidad limitada de un depósito de negatividad y oscuridad que puede venir a un individuo. ¿Qué crea ese depósito? Nuestras acciones negativas. Cuando llevamos a cabo una acción negativa, creamos esa fuente de negatividad que tiene que manifestarse. Pero tenemos una elección: como Rav Nejunyá ben Hakaná dice en el Bahir, somos obligados a manifestar ese juicio o escogemos manifestarlo por cuenta propia y así ya no tiene más energía.
Supongamos que un individuo tiene, por usar un número, 10 aspectos de juicio que ha creado. Cada vez que hace introspección cuando realiza el proceso de teshuvá y va a lo más profundo y encuentra más cosas, recuerda más negatividad y cosas que tiene que transformar, toma juicio de ese depósito que existe y lo utiliza. Esta es una de las razones por la que el proceso de teshuvá y de juzgarse a uno mismo no sólo es un proceso importante para ser una mejor persona o perfeccionar nuestra vasija; lo que en realidad hace es agotar el depósito de juicio que está destinado a venir al individuo. Y ese es el secreto que el Rambán y Rav Nejunyá ben Hakaná quieren enseñarnos.
Si perseguimos el juicio, que significa esforzarnos de maneras cada vez más profundas para traer hacia nosotros el juicio, haciendo una evaluación personal y encontrando las cosas que hemos hecho mal, entonces hay juicio despertado por nosotros aquí abajo, ya no hay más energía de juicio en los Mundos Superiores. Sin embargo, en el grado en que no nos motivemos a encontrar cada vez más aspectos que cambiar, entonces por ejemplo, si sólo hemos encontrado una décima de nuestra negatividad, dejamos nueve décimas de nuestra energía de juicio en los Mundos Superiores. Y entonces, como dice el Bahir, eso se manifestará en nuestra vida.
Así que, tenemos la elección de juzgarnos a nosotros mismos a profundidad en este mes, lo que resulta un regalo increíble, si podemos entenderlo. ¿Por qué? Porque si continuamos juzgándonos constantemente y encontramos más negatividad, entonces estamos retirando cada vez más de esa nube de juicio en los Mundos Superiores; ya no hay más juicio en ellos que pueda manifestarse. Y esa es nuestra decisión.
Ahora entendemos por qué dice: “Persigues tu propio juicio…”. Incluso si pensamos que no podemos encontrar aspectos de negatividad, tenemos que obligarnos a buscar maneras de encontrar la negatividad en nuestro interior en este mes, porque cada aspecto de negatividad que encontremos minimiza el depósito de juicio que se manifestará en nuestra vida. En el grado en que nos juzguemos a nosotros mismos este mes —y si encontramos un aspecto de negatividad tras otro—, en ese mismo grado atraeremos vida, porque ninguna fuerza de muerte ni de juicio quedará en los Mundos Superiores. Este es un increíble secreto y uno de los regalos de este Shabat que espero no sólo entendamos, sino también podamos sentir realmente.