La porción Mishpatim comienza con el Creador diciéndole a Moshé: “Estas son las leyes, las reglas que debes poner ante ellos”. En el Zóhar, Rav Shimón bar Yojái explica que el Creador en realidad le estaba pidiendo a Moshé que explicara las reglas de la reencarnación, y dice que él despierta a los compañeros, estudiantes y hasta a nosotros mismos diciendo: “Ahora es el momento de revelar los secretos ocultos de la reencarnación”. Luego se habla de que el Creador le dijo a Moshé que toda la revelación en el Sinaí no puede entenderse sin un profundo conocimiento sobre la reencarnación y que él debe enseñarles sobre ella a los israelitas. Por lo tanto, Shabat Mishpatim es el Shabat en el que se pueden revelar los secretos de la reencarnación.
Rav Shimón bar Yojái llama a todas las almas de los Mundos Superiores para revelar estos secretos, y Moshé quiere ser parte de esta revelación y dice que toda persona corregida está destinada a tener control de los Mundos Superiores y de los Mundos Inferiores. Sin embargo, desafortunadamente este no es nuestro caso, porque cuando una persona ya está cubierta de klipot, cáscaras negativas, gracias a sus acciones de Deseo de Recibir para Sí Mismo, cada una de estas acciones egoístas se convierte en otra capa a su alrededor.
Nosotros, a través de las acciones constantes del Deseo de Recibir para Sí Mismo, construimos capas cada vez más densas de klipot a nuestro alrededor, las cuales nos hacen caer; ellas son la razón por la que no sentimos entusiasmo o inspiración todo el tiempo, son la razón por las que no entendemos todo lo que ocurre a nuestro alrededor tanto física como espiritualmente. Y he aquí la revelación: el Zóhar dice que el secreto es que no solo tenemos los caparazones de esta encarnación, sino que también cargamos las cáscaras de nuestras encarnaciones anteriores. Esto quiere decir que si nos sentimos tristes, sin inspiración o sentimos carencia, es debido a las klipot que literalmente nos mantienen retenidos espiritualmente… pero estas cáscaras no son solo de esta encarnación: también son de encarnaciones pasadas. Por eso, si nos esforzamos en compartir, podremos corregir no solo las klipot de esta encarnación, sino también las de encarnaciones pasadas. ¡Esta es una enseñanza muy poderosa!
Hay momentos en los que estamos por hacer algo que sabemos que no deberíamos hacer, pero tenemos el deseo de hacerlo de todas formas; ese deseo proviene de las cáscaras de esta encarnación y, posiblemente, de una encarnación previa. Así que si caemos, no solo nos hacemos daño nuevamente, sino que también perdemos la oportunidad de hacer la corrección de la encarnación pasada o las muchas encarnaciones previas. ¿Por qué? Porque el Creador prepara situaciones para nosotros cada día con la oportunidad de hacer la corrección que necesitamos; y no necesariamente solo por esta encarnación, sino también por las demás. Por lo tanto, esto nos ayuda a comenzar a darnos cuenta de la responsabilidad que tenemos con nuestra alma con cada acción que realizamos, todo el tiempo.
Parte del secreto que Moshé nos revela en Shabat Mishpatim es que estas cáscaras que nos separan y nos retienen no solo son de esta encarnación; esto nos da una visión y una comprensión verdaderas de cómo nuestra vida presente se relaciona con todo lo que nuestra alma ha pasado hasta ahora. Entendemos que tanto con cada acción positiva que realizamos como con cada acción negativa que evitamos realizar corregimos no solo esta encarnación, sino las pasadas. Es una forma poderosa de comenzar a ver nuestro trabajo espiritual, el trabajo físico y las relaciones. Y si lo pedimos, en Shabat Mishpatim podemos recibir la fuerza y la Luz para aprovechar las oportunidades cada día para corregir lo que necesitemos corregir; y si nos quitamos estas cáscaras pesadas, podemos comenzar a obtener una nueva conexión directa con la Luz del Creador.