Cuando una topadora se encuentra con un obstáculo, avanza con fuerza rompiendo todo lo que encuentra en su camino. Con demasiada frecuencia, nos abrimos paso por la vida de forma similar. Tenemos una meta o tarea que queremos completar y no nos importa quién o qué se interpone en nuestro camino.
Al igual que la mayoría de las cosas, arrasar no es del todo bueno ni del todo malo. A veces debemos seguir empujando, esforzándonos y perseverando cuando nos enfrentamos a un desafío difícil. Esto puede ser una experiencia poderosa y transformadora, pero también hay veces que puede causar más daño que bien y llevarnos en la dirección equivocada. La pregunta es: ¿cómo sabemos cuándo debemos superar los obstáculos y cuándo cambiar de rumbo?
He aquí tres consejos para saber cuándo perseverar y cuándo soltar:
1. Ten la humildad de reconocer que no siempre sabes lo que te hará feliz.
¿Cuántas veces has oído hablar de una persona que ha conseguido exactamente lo que quería pero que no termina satisfaciéndola? Un trabajo de ensueño puede convertirse en una pesadilla, una casa nueva puede convertirse en un drenaje de dinero y una relación anhelada puede acabar siendo una disparidad dolorosa.
A menudo vamos a toda velocidad por la vida porque creemos que sabemos lo que es mejor para nosotros y lo que nos hará felices. En realidad, no tenemos ni idea de lo que en definitiva nos traerá plenitud. Ten la humildad de saber que solo porque desees algo no significa que te hará feliz.
Aquí es donde entra la certeza en el Creador. Comprende que el Creador sabe lo que tu alma necesita para estar plena, aunque no tenga sentido para ti en este momento.
2. Mantente abierto a las sorpresas y a los desvíos. ¡Puede que te lleven por un camino mejor!
A menudo hay una razón por la que los obstáculos aparecen en nuestro camino. A veces son desafíos que debemos superar y otras veces son mensajes que nos guían hacia algo diferente. Cuando las cosas no salen como queremos, podemos resistirnos, luchar y enfadarnos por ello o aceptar que una fuerza mayor que nosotros tiene un propósito diferente para nosotros.
Cuando el Creador te muestre una señal de alto, haz una pausa y mantente abierto a la posibilidad de que te dirijan a un camino diferente. Considera que tal vez sea mejor que no consigas lo que quieres. Quizá sea el momento de probar algo nuevo, pedir ayuda o simplemente soltar.
Mantente abierto a las sorpresas. Aceptar los obstáculos de la vida es lo que nos da la capacidad de vivir la vida en paz.
3. Haz que tu objetivo sea revelar Luz en el mundo.
La mayoría de nosotros vivimos nuestra vida tratando de utilizar la sabiduría espiritual como un medio para alcanzar nuestros objetivos. Pero ¿qué pasaría si, en cambio, utilizáramos nuestro camino espiritual como un método para descubrir nuestro verdadero propósito en este mundo? Al hacer esto, logramos que la revelación de la Luz de nuestra alma en el mundo sea nuestra principal prioridad, en lugar de marcar una lista de logros.
A fin de encontrar el propósito supremo de tu alma, mantente abierto a toda la información que recibas del universo. Puede que tengas una idea de cuál es el propósito de tu alma, pero si estás abierto a ello, el universo puede mostrarte otra cosa. Puede que no se parezca a lo que imaginas ahora, pero mientras estés dedicando tus esfuerzos a revelar tu Luz, el Creador te pondrá en el camino correcto.
Cuando no estés consiguiendo lo que quieres, tómate el tiempo para reevaluar tus objetivos y tu enfoque. Pregúntate: “¿están mis deseos alineados con mi propósito supremo?”.
Es importante tener objetivos y esforzarse por conseguirlos, pero a veces es necesario sacar el pie del acelerador y escuchar los mensajes del universo. Resistirse y tratar de avanzar ciegamente puede causarnos dolor o estrés, y corremos el riesgo de atropellar a otros involuntariamente. Cuando seguimos presionando y no nos detenemos ante nada, tendemos a carecer de paciencia, misericordia, aceptación y perdón; todos los ingredientes clave para el éxito de las relaciones y nuestra felicidad. Ten certeza en el Creador, mantente abierto a una nueva dirección y alinea tus acciones con el verdadero propósito de tu alma.