Este artículo ha sido previamente publicado en el 2016.
Al acercarnos a Simjat Torá, llegamos al final de un hermoso y asombroso proceso. Cada uno de los pasos fue magistralmente diseñado y preparado para que podamos acercarnos a nosotros mismos y regresar al Creador. Fuimos bendecidos con la visita de las poderosas energías que son las Emanaciones de la Luz durante los últimos 21 días, y hemos hecho grandes esfuerzos tanto para obtener gran sabiduría como conexión con todo lo que nos ha dado el plano cósmico.
Ahora, antes de que las ventanas se cierren, tenemos un momento para revisar y elegir para nosotros el camino que queremos tomar antes de que el veredicto sea sellado.
Y el Zóhar es el mejor instrumento para ayudarnos a hacer este trabajo. Tal y como nos dice el Zóhar en la porción de Pinjás, a partir del párrafo 27:
Rav Jiyá dijo a Rav Elazar: Me gustaría discutir estos días desde Rosh Hashaná hasta el último día de Sucot. Rav Elazar dijo: El orden de estos días es el secreto de la sabiduría… en el día de Sheminí Atséret, está Simjat Torá, ya que entonces la unión del cuerpo, a saber: de la Columna Central llamada ‘cuerpo’, está teniendo lugar. Ésta es la unión de todas las partes, porque incluye la unión del lado izquierdo: de Rosh Hashaná y Yom Kipur así como la unión del lado derecho de la festividad de Sucot, ya que la Columna Central incorpora a la Derecha y a la Izquierda. Así, todo es uno y esto es la perfección general. Y este día, Simjat Torá, es definitivamente del pueblo. Su porción les pertenece a ellos solamente, porque ningún otro pueblo toma parte de ella. ¡Feliz es la nación! Acerca de ellos está escrito: “‘¡Porque eres un pueblo santo para Dios…!’” (Deuteronomio 14:2).
¿Qué debemos aprender de esto?
Sabemos que, desde un punto de vista kabbalístico, ni la Luz ni la Vasija fueron nuestra elección ni hechas por nosotros. La Luz y todo lo que emana —la Columna Derecha y nuestra alma— siempre estuvo, está y estará; la Vasija —la Columna Izquierda, nuestro universo, nuestro cuerpo y todos sus detalles— es un producto de la Creación. Por otro lado, la Columna Central es el resultado de nuestras elecciones. A través de nuestro libre albedrío, para resistir a nuestros deseos egoístas y volvernos más como nuestra Fuente, creamos el filamento y de esa manera nos volvemos la causa de la Luz en nuestra propia vida y para este mundo. Con esta perspectiva, podemos abrirnos a entender por completo dónde ubicar nuestra conciencia al entrar en Simjat Torá.
En términos de Rosh Hashaná y Yom Kipur, que forman parte de los diez días de juicio, hay infinidad de material por estudiar, información por aprender, pasos preparados para que usemos con el fin de purificar la Columna Izquierda. En Sucot, junto a los cuatro días que le siguen, tenemos once días ocupados en los que debemos instaurar la misericordia en este mundo, o la Columna Derecha. El último paso en este trabajo es el que realmente activa todo lo que fue hecho anteriormente. Simjat Torá es el paso que enciende la Luz.
El Rav siempre comentaba sobre lo poco que ha sido escrito sobre la Tercera Comida de la conexión de Shabat. Él hablaba de los pocos lugares que aún realizaban este simple servicio de canciones, Kidush, y partición del pan. Aun así, sabemos que la Tercera Comida es la más poderosa de todas, ya que unifica la totalidad de la energía de Shabat al final del día. De la misma manera ocurre con Simjat Torá. Si investigas sobre esta festividad, hay notablemente poco por estudiar. Hay discutiblemente poco por hacer. Todo lo que se nos pide es que elijamos, como parte de nuestro libre albedrío, aceptar el camino espiritual desde un espacio de certeza y felicidad, desde la plenitud en lugar de la carencia, desde el amor en lugar de la necesidad. Con toda nuestra alegría, toda la fuerza que nos queda por concentrar, aceptamos a la Torá y bailamos. De esa manera activamos toda la Luz que hemos convertido en potencial hasta ahora.
Gracias al Zóhar podemos entender que todas las demás conexiones que antecedieron a Simjat Torá nos ofrecen un mecanismo e infraestructura cósmica que fue construida para nosotros y en nombre de nosotros, pero Simjat Torá es el mayor regalo que Dios nos dio: el libre albedrío para ser nuestro propio creador. Es como si Dios nos dijera: “Ya te dejé todas las piezas listas, tú tienes que tomar la decisión”. Nuestra decisión, conciencia y acciones en Simjat Torá nos permiten aceptar el trabajo espiritual y encender la Luz. Esto explica el mensaje del Zóhar: “Su porción les pertenece a ellos solamente”.
Desde Rosh Hashaná hasta Sucot, hemos hecho todo lo que pudimos para purificarnos con el fin de recibir cariño de nuestro Amado, ser dignos receptores del amor de Dios, en Simjat Torá es nuestro momento, como humanidad, de expresar nuestro amor a Dios al aceptar la Torá: el regalo de Su cariño.
Tal y como el Zóhar hermosamente concluye en esta sección: "¡Feliz es la nación! Acerca de ellos está escrito: ‘¡Porque eres un pueblo santo para Dios…!’” (Deuteronomio 14:2).