Cuando deseas conectarte con la Luz del Creador, ¿cuál de las siguientes acciones realizas?
a) Te desconectas del mundo exterior, haces silencio e intentas enfocarte en tu interior.
b) Buscas comunidades positivas donde puedas encontrar a otras personas con un deseo similar.
En realidad, ambas opciones son correctas. Puedes encontrar mucha paz en la soledad, pero en el Centro de Kabbalah se nos enseña que podemos encontrar un crecimiento espiritual significativo al conectarnos con otras personas.
Todos necesitamos compañerismo para progresar. El apoyo emocional que recibimos de las demás personas a través de una conversación, la risa o incluso un abrazo es irremplazable. A menudo, es en nuestro círculo de amigos y familiares que podemos encontrar tal apoyo. Es importante que nuestra alma encuentre el mismo tipo de conexión para que podamos continuar creciendo y transformándonos.
No todos nuestros amigos son buenos compañeros espirituales. Algunos son buena compañía para un viaje por carretera, en la fiesta de la oficina o mientras vamos a ver vitrinas en el centro comercial. Sin embargo, un compañero espiritual es alguien que puede desafiarte a crecer, que ve tu potencial más elevado y te empuja amablemente para que lo alcances. Estas son personas en las que puedes confiar para ayudarte a mantener tu ego bajo control y permanecer fiel a ti mismo. Ellos llegan tan rápido como pueden tanto en momentos de crisis como para animarte y celebrar tus logros.
El Creador nos envía posibles compañeros espirituales de vez en cuando, pero a pesar de cuán importante sean estas personas en nuestra vida, resulta fácil pasarlas por alto e ignorarlas. A veces, es muy claro cuando has conocido a alguien que desempeñará un papel importante en tu desarrollo personal. Por ejemplo, los maestros y mentores son elecciones obvias, pero un compañero espiritual puede que entre en tu vida siendo un conocido o incluso un completo extraño. Mantente abierto al potencial que otras personas tienen para despertar Luz dentro de ti, puede ser exactamente lo que necesitas para llegar al siguiente nivel en tu crecimiento espiritual.
Es importante recordar que nuestros compañeros espirituales son un componente clave de nuestra transformación. La verdad es que obtenemos entendimiento, fortaleza y Luz de otras personas y que no podríamos obtener por nuestros propios medios. Cuando verdaderamente conectamos con alguien, nuestra alma se conecta con su alma; somos más fuertes juntos de lo que somos cuando estamos separados. Como Michael Berg señala: “En la medida en que nos separemos de otras personas, nos separamos del Creador”.
Ningún hombre es una isla. Fuimos creados para conectar con otros individuos para que nos ayuden a lo largo de las transiciones de la vida, a hacer cambios y a profundizar en nuestra práctica espiritual. Estas personas son una fuente de Luz en la vida de cada uno de nosotros.
Michael Berg dice: “Cuando realmente invertimos nuestro amor en otra persona, y si ese amigo nos corresponde con un amor igual de desinteresado, el Creador hará a un lado todo lo demás para venir y asistirnos”.
Dedica tiempo para identificar a las personas en tu vida que conforman tu red de apoyo espiritual. ¿Quiénes son las personas que con compasión te desafían a que vivas y seas mejor? ¿Quiénes son las personas que te recuerdan que debes ser fiel a ti mismo? Cultiva esas relaciones, ya que ellas abrirán canales de Luz en tu vida y es probable que tú hagas lo mismo por ellas.
