Ah, el otoño. Los estudiantes regresan a su rutina académica con nuevos cuadernos y lápices recién afilados. Las hojas comienzan a cambiar su color indicando el cambio de estación. Es perfecto que Rosh Hashaná se celebre en esta época. El nuevo año es un momento para dejar ir los malos hábitos, reevaluar nuestro comportamiento y limpiar nuestros pensamientos para prepararnos para las bendiciones reservadas para nosotros en los meses que vienen. Piensa en ello como una limpieza de casa espiritual, un tiempo para sacudir las alfombras y poner todo en su lugar.
Pero esto puede representar mucho trabajo, especialmente si te lo has salteado todo el año. Entonces, ¿cómo limpiamos la mugre y la basura que se ha acumulado en todo un año?
Para esto tenemos que ser honestos con nosotros mismos y examinar todas las áreas de nuestro comportamiento y nuestros pensamientos. Una limpieza espiritual no es simplemente cambiar cómo hacemos las cosas, va más allá de eso (piensa en una limpieza a profundidad). También debemos cambiar la manera en la que vemos a los demás y eliminar nuestros aspectos más negativos.
Comienza por dejar de juzgar a los demás. No es un trabajo fácil. El juicio crea energía negativa que bloquea nuestra alma, haciendo que a la Luz le sea más difícil brillar. Nos impide ver lo bueno en los demás. Al limpiar nuestros pensamientos, limpiamos el camino al Creador para que entre en nuestra vida. Como resultado, comenzamos a ver a los demás por lo que realmente son y nuestras relaciones mejoran. Con el tiempo nos volvemos capaces de dar amor en lugar de críticas.
Juzgamos porque somos humanos. Los celos, el egoísmo y el comportamiento reactivo nos llevan a juzgar a los demás. Esa es una trampa en la que caemos para poder sentirnos bien con nosotros mismos, pero esto sólo nos da una falsa sensación de satisfacción. Es el momento de prestarle más atención a esta tendencia y hacer esfuerzos conscientes para dejar de criticar a los demás. Cuando aparezcan esos pensamientos, identifícalos y luego elige reconocer lo bueno en esa persona. Por cada juicio, haz una nota mental de sus fortalezas. Con consistencia, puedes hacer que esto sea un patrón que eventualmente anule tus viejos hábitos, evitando así que los pensamientos negativos echen raíces y te dominen.
Y considera la mejor parte, “si no le prestamos atención a la negatividad de los demás, el Creador te regresará el favor” dice Michael Berg. Esta lección es primordial para nuestra preparación para el Año Nuevo. “Aunque es importante no juzgar a los demás, también es importante saber por qué… la razón más importante, mientras nos acercamos a Rosh Hashaná, es estar conscientes de que la manera en la que actuemos también actuará el Creador”.
Dejar ir el juicio también nos permite abrirnos para que podamos ser una buena influencia en la vida de otros. Cuando dejamos de juzgar a la gente podemos ver mejor lo que sus acciones nos ofrecen, es decir, una oportunidad para ayudar a alguien y traer Luz a su vida. Ayudar a alguien que está haciendo algo negativo es otra manera de limpiarte espiritualmente y prepararte para Rosh Hashaná.
Con el estado mental adecuado podemos realizar la acción correcta y limpiar la negatividad (de todos) de la manera más efectiva. Recuerda, estamos juntos en esto, todos estamos trabajando por la misma meta. Trata de usar palabras gentiles y acercarte a alguien sin juicio, tal y como te gustaría si los papeles se intercambiaran. Sé compasivo, si alguno de nosotros cae antes de la meta, todos caemos. Cuando ayudas a alguien a alejarse de un camino negativo, traes más Luz al mundo y abres la ventana para que entren más bendiciones a tu vida en el Año Nuevo.
Si no puedes ayudar, comienza por simplemente comprometerte con sentir amor, y no juicio, por los demás. Uno de los preceptos fundamentales de la Kabbalah es, “Ama a tu prójimo como a ti mismo”. Al preocuparnos por el bienestar de los demás con la misma atención que lo haces por el propio, nuestros pensamientos se hacen colectivamente más resistentes y más poderosos, limpiando así el camino para un Año Nuevo más positivo y lleno de Luz.