Ahora estamos entrando en un nuevo mes astrológico y también en una nueva zona del tiempo. El mes de Aries (o en arameo: Rosh Jódesh Nisán) está a la vuelta de la esquina y coincide con el Año Nuevo astrológico, año considerado así para los reyes de Israel.
Curiosamente, el rey Shlomó tenía la imagen de un cordero frente a un lobo en uno de los escalones que conducía a su trono. ¿A qué se debía? ¿Y por qué Aries fue elegido como el comienzo del año? La respuesta se encuentra en el Séfer Yetsirá o Libro de la Formación:
Él hizo a la letra Hei reinar sobre el habla.
Y le ciñó una corona
y la combinó con otra,
y con ellas Él formó
a Aries (talé) en el universo,
Nisán en el año
y al pie derecho en el alma,
masculina y femenina.
El habla es la capacidad designada al mes lunar de Aries. Según el Talmud, el hombre es llamado “el animal que puede hablar”. La boca, pe en arameo, revela sabiduría y nos permite superar nuestro tikún. La ley oral es llamada “Torá shebaal pe” y Pésaj literalmente significa la boca que habla.
La letra Hei, creadora del signo de Aries, es la más fácil de pronunciar dado que su sonido viene directamente de los pulmones, al igual que un aliento. Tal y como sabemos, Avram y Sarai añadieron una Hei a sus nombres y trascendieron su destino. Avraham también nació en el mes de Aries y es el primer pilar del Sistema de las Tres Columnas, la carroza de Jésed, la Columna Derecha.
Resulta interesante que el primer precepto que recibieron los israelitas fue bendecir la Luna Nueva. ¿Por qué? ¡Pudo haber sido cualquiera de los muchos preceptos! La respuesta es para darnos el poder de trascender la influencia negativa del Zodíaco. De hecho, en tiempos antiguos se declaraba el nuevo mes lunar con el testimonio de dos testigos. Entonces, el beit din (el tribunal de justicia) declaraba el nuevo mes. Todas esas acciones eran, en efecto, procesadas de forma oral, a través de presenciar y declarar el molad.
Además, desde la perspectiva de los sabios, el cordero representa la unión. Tal y como observamos en la naturaleza, los corderos siempre se reúnen en un rebaño. La unión también se logra a través de la boca. La nación de Israel (la muestra de nuestra humanidad) estaba muy desconectada hasta que salió de Egipto y, proactivamente, se volvió una. En este sentido, nosotros como comunidad podemos superar todas las adversidades a través de la unión.
Rosh Jódesh Nisán siempre coincide con el inicio de la primavera. Los primeros doce días del mes contienen el ADN de los doce meses del año entrante y el control de los doce signos. Así como enseñan los kabbalistas, la palabra aramea para primavera, aviv, también se puede leer como Av-Yud-Bet; literalmente “el padre de 12”. El cosmos nos da una forma, justo al comienzo del año, para poner orden (séder) en nuestra vida. Desde luego, el día completo de Pésaj (“Wholly-day”: Holy es “santo” y wholly es “completo” en inglés, cuando se pronuncian suenan igual y se refiere a que un día festivo o sagrado en realidad significa un día de completitud.), durante la luna llena de Aries, comienza con el plato del Séder, el orden.
Desde un punto de vista planetario, el mes lunar de Nisán está bajo la regencia del planeta Marte, el guerrero del Zodíaco. La apariencia inconfundible de Marte, con su atmósfera rojiza, simboliza su característica marcial y agresiva. Su nombre en hebreo, Ma’adim, tiene su raíz en la palabra sangre, dam. En la astrología tradicional, Marte rige los desafíos, los niveles de energía y las confrontaciones. Suele ser llamado el “maléfico menor” (a diferencia de Saturno, el gran maléfico), y es el gestor de energía y la planta energética del sistema solar. Técnicamente, la energía que recibimos de Marte este mes nos ayudará en todas nuestras batallas, guerras y confrontaciones futuras en el año entrante.
Cuando observamos con atención la energía de este mes en el nacimiento de la Luna Nueva (molad), descubrimos que Marte se está desprendiendo de Saturno y está entrando en una conjunción con Plutón en Capricornio. Esta es una gran oportunidad para trabajar a profundidad y de forma independiente en algo que nos apasione. Se vuelve más fácil cuestionar lo que sabemos y hacer preguntas, lo cual profundiza más. Nos da la resistencia y la fuerza para prosperar, y nos generará una gran creatividad para lograr transformaciones importantes en nuestra vida.
Desafortunadamente, la caída es mucho más agresiva, lo que puede conducir a rachas violentas. De hecho, la carta de este mes está inclinada al desafío con cuatro planetas en Aries. El ascendente de la carta en Géminis refleja bien la tendencia de Nisán y aumenta nuestra capacidad de expresarnos. También somos dotados con una fuerte cantidad de planetas en signos de Tierra, especialmente Júpiter en Capricornio. Esto resultará ser una bendición oculta, ya que la tierra arraigará y frenará la racha eléctrica de Aries. El 21 de marzo, Saturno entra en el signo de Acuario y nos da un breve descanso de la pesadez de Capricornio hasta julio, cuando entrará en movimiento retrógrado en Capricornio nuevamente hasta diciembre de 2020.
Se recomienda que elijamos tener conversaciones pacíficas en lugar de guerras y confrontaciones, ya que la carta del molad está particularmente volátil y propensa a la violencia y la rebelión (en especial con la entrada de Saturno en Acuario). Una fuerte casa ocho nos estimulará a hacer cambios significativos en nuestra vida. Mientras esperamos la importante ventana cósmica de Pésaj, la luna llena de Aries, y el símbolo de nuestra liberación de la influencia zodiacal, deberíamos trabajar en lo siguiente:
Metas espirituales para el mes de Aries:
¡Meditemos todos por un planeta más pacífico! ¡Les deseo un feliz Año Nuevo astrológico!