Una de las funciones normales del cuerpo es rechazar los organismos extraños. Por eso, cuando los cirujanos hacen un trasplante, sin importar el órgano (pulmón, hígado, riñón), le dan al paciente determinadas medicinas para asegurarse de que el cuerpo no rechace la nueva parte.
El único caso en el que el cuerpo no rechaza un organismo extraño es en la gestación.
Cuando un niño está en el útero es como un parásito, se alimenta totalmente de su madre. Sin embargo, él bebé es aceptado y protegido por completo. ¿Qué provee esta protección? El líquido amniótico, el cual le permite al feto crecer por un período de nueve meses.
Todos tenemos este líquido amniótico en nuestra vida. Se llama mikve y, como he mencionado anteriormente, la mikve es una piscina en la que nos sumergimos para hacer limpieza espiritual. Las antiguas escrituras nos dicen que cada vez que entramos a la mikve, debemos sumergir completamente nuestro cuerpo en su agua. La razón de esto es que, energéticamente, entrar a la mikve es como regresar al líquido amniótico del útero, regresar a ese espacio protector.
No obstante, en esta etapa de nuestra vida, el líquido amniótico no tiene el fin de facilitar el crecimiento. Crecer significa que nosotros mismos debemos aplicar las herramientas espirituales que tenemos; en otras palabras, debemos usar nuestros propios recursos espirituales para evolucionar espiritualmente. El propósito de la mikve es proveernos un lugar de protección de las energías negativas que nos rodean. El agua de la mikve nos regresa a un estado de neutralidad y protección.
En la noche de hoy iniciamos un período de siete días llamado Sucot, y el líquido amniótico disponible en este tiempo se llama sucá. La sucá actúa como escudo protector Supremo. Este escudo es la poderosa Luz del Creador, que entra a nuestro mundo a través de la sucá y nos permite inhalar la Energía de la Fuerza de Luz para que podamos usar las herramientas espirituales que tenemos a nuestra disposición y así fomentar nuestro crecimiento espiritual.
La madre es al bebé lo que la Luz del Creador es a nosotros en la Tierra, y la sucá nos permite aprovechar esa protección. La sucá actúa exactamente como una mikve, es decir, nos da el tiempo y el espacio para atraer energía espiritual y aprender a usarla para nuestro beneficio a través de las herramientas que usamos ahora y para todo el año entrante.
De esto de trata la sucá. Para aprender más sobre Sucot, haz clic aquí.