Esta semana, la última antes de Rosh Hashaná, tenemos dos porciones conectadas juntas, Nitsavim y Vayélej siendo Vayélej la porción más corta de todo el año (30 versos). Sabemos que cada mes en el Shabat antes de la Luna Nueva hacemos una conexión especial llamada Mevarjim hajódesh, en la que anunciamos el momento exacto en el que el nuevo ciclo lunar comenzará durante la próxima semana.
El único mes del año en el que no "bendecimos la luna nueva" y no anunciamos el momento exacto del nuevo ciclo es el mes de Libra. La razón de esto es simple: sabemos que durante Rosh Hashaná la luna está "cubierta". Bekase leyom jaguenu significa que la luna está cubierta con juicio, y que el oponente tiene el poder de controlar estos dos días de Rosh Hashaná. Si inyectamos Luz a la luna en el Shabat antes de Rosh Hashaná, puede darle fuerza al Oponente y él puede usarla en contra de nosotros durante Rosh Hashaná.
Entonces, ¿cuál es la solución? ¿Aún necesitamos dar poder y Luz al ciclo de la Luna Nueva para que podamos tener un mes lleno de Luz y positividad?
La respuesta que el Rav nos enseña es que en la porción de Nitsavim, tenemos una letra grande: Lámed, que es la letra que controla el mes de Libra. Esta también es la única letra del alfabeto que va por encima de la línea. Esta letra trae su energía directamente de Biná. Aquí tenemos la Lámed grande, que simboliza que podemos recibir toda la Luz de Biná que necesitamos para el mes de Libra, y todo el año entrante, aquí y ahora.
Es como un truco que usamos para engañar al Oponente. Cuando leamos la Torá esta semana, nos detendremos en el sitio donde la gran letra Lámed está, y todos meditaremos para inyectar Luz y energía a Rosh Hashaná, Yom Kipur, y Sucot, sin la interferencia del Oponente. Es hermoso ver cómo no importa cuál sea el reto, o qué tipo de obstáculos se encuentren en el camino, la Luz siempre encontrará la manera de asegurarse de que tengamos la energía que necesitamos para vencer a la oscuridad.
Un punto más sobre la porción Nitsavim, en esta porción encontramos, por décima vez en toda la Torá, puntos por encima de las letras. Esta vez tenemos 11 puntos sobre 11 letras. Los kabbalistas enseñan que el número 11 tiene un significado especial: tiene el poder de vencer al Ángel de la Muerte.
Yehuda enseña en su libro Satán: la autobiografía, que el número 10 representa 10 dimensiones de la fuerza de Luz del Creador, y que en la décimo primera dimensión es donde el Oponente existe.
Cada vez que cometemos una acción negativa, perdemos Luz del alma. El Oponente captura una chispa de Luz y la usa en contra de nosotros para volvernos más reactivos y egoístas. Cuando leamos la Torá esta semana, nos detendremos en el momento en el que los 11 puntos aparecen y meditaremos para reponer todas las chispas de alma que hemos perdido en este año pasado gracias al Oponente.
Intenta recordar todas y cada una de las veces en las que fuiste reactivo, cada vez que juzgaste a otra persona, cada vez que cediste ante la rabia, cada vez que te quejaste, en el momento de la conexión de los 11 puntos, y luego medita para atraer nuevamente toda la Luz que el Oponente te robó, regresándola a tu alma. Es muy importante que entendamos este concepto antes de Rosh Hashaná, ya que tenemos la habilidad de cambiar nuestro comportamiento y transformarnos a nosotros mismos con un compromiso para no permitir que el Oponente vuelva a robar esas chispas. Buena suerte para todos nosotros. ¡Qué tengas un maravilloso